Para muchos formenterenses la temporada se 'cierra' este fin de semana, son aquellos que fían todo su negocio en el mercado italiano ya que tradicionalmente el penúltimo fin de semana de agosto, los jóvenes transalpinos se van a su país. Y ello conlleva un cambio a partir de esa fecha: baja el número de compatriotas, pero llegan de más edad, parejas maduras o familias que llevan un sistema y un ritmo de vida distinto y con un poder adquisitivo superior y más eslectivo.

En Sant Francesc, que nunca ha sido un lugar de concentración de italianos, las visiones de los empresarios es muy distinta sobre la marcha de la temporada, a veces incluso totalmente opuesta, pero lo cierto es que el Corriere della Sera y la Gazetta dello Sport son los tabloides que más se ven en las terrazas de Sant Francesc. Pepe Ferrer, del Bar Centro, en la plaza de la iglesia, afirma que esta temporada está siendo muy buena para ellos. «Hemos tenido dos meses, junio y julio, que han sido buenos para nosotros, mejores que el año anterior y este mes de agosto está siendo muy parecido al de 2007, por eso la temporada está siendo muy buena no hay motivo para quejarse». Y mientras Pepe Ferrer asegura que aparentemente a Sant Francesc acude más gente, en especial por la tarde y por la noche lo que antes no sucedía, Horacio de la tienda de moda B&W, apenas a doscientos metros de dicho bar, asegura que «Sant Francesc está cada vez más muerto, cada vez viene menos gente a la capital, y por la tarde es el desierto». Y obviamente la diferencia de apreciación tiene una clarificación obvia, desayunar y comer son cosas imprescindible, comprar ropa o complementos no y cuando hay que apretarse el cinturón los caprichos los mínimos, las necesidades básicas hay que cubrirlas.

Otro establecimiento de parecidas características y muy cercano al Bar centro es la Fonda Platé, y ahí Juan Oria dice que aunque ha cambiado un poco el tipo de gente que acude al local «parece que las excursiones que antes venían de Eivissa y generaban mucho movimiento de personal no funcionan de la misma manera que otros años y eso se nota», pero al mismo tiempo reconocía que la clientela habitual es muy estable, principalmente a mediodía, ya que el Platè es lugar de encuentro entre los formenterenses y los residentes a tiempo parcial es decir de cuatro o cinco meses, y a la hora de cenar el establecimiento tambiuén tiene una importante clientela fija».

En Formentera hay un sentir bastante generalizado entre los propios empresarios que hay algunos establecimientos de restauración y algunos propietarios de viviendas que se han pasado, que se cobra demasiado, según comentaban algunos. «Vendría bien un poco de crisis para racionalizar los precios» y en este sentido, Vicent, de Viajes Islamar apuntaba que «menos cobrar más, lo que hay que hacer es buscar un equilibrio entre lo que se ofrece y lo que se cobra», ya que para muchos los alquileres de viviendas o apartamentos se han disparado. «Como trabajan menos encima cobran más, quieren hacer la temporada en un mes, y así nunca llegaremos a nada», decía el propietario de unas viviendas turísticas que considera desorbitado los precios que se piden y Vicent, recalcaba «no vale poner en un apartamento para alquilar los muebles viejos que tenías en casa eso baja la calidad, es una pérdida de clientes y un mal escaparate de la isla».