En la imagen, la entrada del Instituto Blancadona con estudiantes en el patio.

BÀRBARA MUNAR

El próximo curso centenares de alumnos matriculados en los institutos pitiusos se podrán beneficiar de la posibilidad de cursar sus estudios de bachillerato en tres años académicos. Según la directora general de Administració, Ordenació i Inspecció Educatives, Maria Gener, la solicitud de esta flexibilización en Bachillerato «se puede realizar desde el primer día de curso, pero es recomendable que se haga a partir de finales de la primera evaluación, en función de como los estudiantes vean que les ha ido el trimestre».

Esta iniciativa que permitirá realizar los dos cursos educativos en tres años, con menos carga lectiva, se pondrá en marcha en todos los institutos pitiusos y del resto de Balears este año. Según Gener, uno de los requisitos que deben cumplir los estudiantes menores de edad es presentar una escrito en el que los padres den su autorización para que su hijo entre en el programa. Asimismo, los centros deben constituir una comisión de flexibilización que es la que marca los criterios y la que analiza individualmente cada solicitud. «No podrán acceder a este sistema todos los alumnos que quieran, sino aquellos que presenten una serie de especificidades como que trabajen y estudien al mismo tiempo, o bien, que combinen sus estudios con otros como música. Han de ser circunstancias especiales que lo justifiquen», remarcó Gener.

Esta comisión evaluadora estará formada por el director o el jefe de estudios de cada centro, una persona del departamento de orientación y personas que forman parte de la comisión pedagógica.

Menos abandonos

Este programa según las cifras de los últimos cursos, permitirá que hasta un 15 por ciento de alumnos se beneficien con esta propuesta y no abandonen los estudios, que «de otra manera los dejarían en el camino», destacó Gener.

La flexibilización del Bachillerato «no necesariamente implica desdoblamientos de clases ni más personal docente». Desde la Conselleria se han hecho unas propuestas de horarios, de manera que el primer año el estudiante esté matriculado en primer curso, el tercer año en segundo y el segundo sea un curso puente en el que se realicen materias de primero y de segundo.

Esta iniciativa fue pionera en Catalunya, pero la novedad es que en Balears se ha puesto en marcha de forma generalizada en todos los centros de secundaria, mientras que en Catalunya sólo se llevó a cabo en algunos centros educativos.