La asociación de vecinos de sa Carroca denunció ayer el estado de «desidia y dejadez» en el que se encuentra el barrio, donde que residen unas 3.000 personas.

El presidente de la asociación y a su vez concejal popular del Ayuntamiento de Sant Josep, Serafín Grivé, apuntó que sa Carroca «es una zona que ha crecido mucho en los últimos años pero que se está deteriorando paulatinamente». «Desde que ha entrado el grupo PSOE-ExC al Ayuntamiento no se ha hecho nada», aseguró.

Según Grivé, «el estado de dejadez se puede ver en la entrada de sa Carroca donde hay coches quemados y abandonados, así como en otros puntos de la zona donde se encuentran «vertederos incontrolados, zonas verdes llenas de materiales de construcción, aceras por hacer, farolas rotas, calles sin nombre y «zonas sin luz que parecen auténticas bocas de lobo».

El presidente de la asociación hizo hincapié en las obras sin acabar que hay en el barrio y puso como ejemplo los trabajos que «estaba desarrollando Gesa en Can Bellotera, que llevan ya seis o siete meses y no permiten entrar a sus vecinos a sus garajes». «El Ayuntamiento nos sigue dando fechas pero todavía no sabremos cuándo se acabarán», apuntó Grivé, que señaló también la escoleta de sa Carroca como otra de las obras paralizadas, así como la necesidad de soterrar los cables «porque el barrio parece tercermundista».

Las quejas vecinales también hacen referencia «al abandono» del complejo deportiva de Can Burgus, «donde el campo es un auténtico desastre, las ventanas están rotas y los alrededores, llenos de escombros».

Por todo ello, el presidente de la asociación pidió la colaboración del equipo de gobierno, «que en su programa electoral prometió zonas verdes, parques infantiles y urbanización general para sa Carroca».