Un grupo de amigos durante la celebración.

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aniel, José y Pedro se reúnen todas las mañanas en la plaza de Santa Cruz para compartir inquietudes e historias: «La norma es venir cada día a la misma hora para hacer nuestra particular asamblea. Cuando se termina la reunión, nos vamos a casa y por la tarde cada uno hace sus cosas», comenta Daniel, que a sus 74 años y con su palabrería muestra que eso de la vitalidad no le queda lejos. Daniel cuenta que durante esas reuniones con sus dos amigos aprovechan para expresar sus dudas sobre algunos temas de actualidad que les afectan, como la situación del mercado laboral o las pensiones: «Sinceramente pringué mucho cuando era joven para estar ahora como estoy; las pensiones deberían ser algo más altas. No quiero que a mis nietos les pase lo mismo». Por las tardes, estos tres amigos suelen pasear por el puerto para «ver el tránsito de turistas que van y vienen de Formentera, sobre todo a las señoras, para qué nos vamos a engañar», afirma Daniel entre risas. Él y sus dos amigos acudieron ayer al mismo banco de la plaza de Santa Cruz, a la misma hora, pero no sabían que se celebraba el día internacional de las personas mayores.

La celebración

Mientras algunas señores acaban algunos detalles de sus peinados, los maridos decidían iniciar el camino hacia la parroquia de Santa Cruz, donde el párroco José Martínez ofició una misa para conmemorar el día de Santa Teresa de Jesús y el día de las personas mayores. Tras la misa, los miembros de los 16 clubes sociales de toda Eivissa, agrupados en el esplai de Can Ventosa, se dirigieron al salón parroquial para disfrutar de un delicioso aperitivo con productos de la tierra, como orelletes, bunyols e incluso un poco de vino. «Es un día muy especial porque es el reconocimiento de las personas mayores. Antes el trabajo era mucho más duro que el de ahora en el campo, por ejemplo. La situación social también era diferente», afirmó José Tur, presidente de la Federación de Personas Mayores de Eivissa y Formentera. Y añadió: «Con la celebración de este día inauguramos una serie de actividades durante todo el mes de octubre, por ejemplo, una ballada payesa que tendrá lugar el día 26 en el auditorio de Cas Serres.

Ya por la tarde, las personas del hospital residencia de Cas Serres recibieron unos diplomas por su dedicación y esfuerzo en el taller de pintura sobre tela que ha durado cuatro meses. Poco después actuó el coro de Sant Jordi y pudieron degustar una deliciosa merienda. El Hogar Ibiza, por su parte aprovechó para presentar las actividades que se enmarcarán en las jornadas de hábitos saludables, por ejemplo, yoga, tai chi, gimnasia, pintura, lectura, prevención de la dependencia, informática y bailes de salón, entre otras actividades.

«Buenas tardes, vamos a hacer una exhibición de las clases de yoga. Empezaremos con unos ejercicios de calentamiento para mejorar las articulaciones. Y a todos los que están sentados espero verles algún día en el gimnasio dispuestos a tomar mis clases», afirmó Nora Àvila, monitora del taller de yoga que empezó el mes pasado en el hogar. Tras el calentamiento, las alumnas realizaron otra pequeña muestra de ejercicios de yoga, pero un poco más complicados. Esta práctica deportiva es bastante beneficiosa para la salud de las personas mayores, pues con un ejercicio suave consiguen mantener la forma física.

«Está bien que se celebre este día porque así somos protagonistas durante la jornada y no estamos tan olvidados», explicó Teresa, que se reunió ayer por la tarde con varios amigos en el parque de la Pau. Como ella, muchos mayores se quejan de la falta de atención, aunque otros afirman estar viviendo una segunda juventud.

María José Real