Cada año más personas deciden disfrazarse para la noche de Halloween, una fiesta tradicional propia del mundo anglosajón. Colmillos ensangrentados, pelucas de diversos colores, espadas y tridentes, sangre esparcida por alguna parte del cuerpo, máscaras o capas son algunos de los complementos que adornarán los cuerpos de los atrevidos que se disfracen esta noche. Ayer, muchísima gente se acercó a La Cucaña, una tienda de disfraces de Vila, para adquirir en el últimomomento disfraces y elementos de decoración para la noche más siniestra y tenebrosa.

Mónica y Carmen se disfrazarán de diablesas, «pero muy sexys. Hoy vamos a comprar los cuernos, el tridente y los guantes», explicaron estas dos chicas. Mientras, su amigo Antonio se miraba al espejo para ver si asustaba lo suficiente con la máscara de Scream.

Los disfraces que más se han demandado este año son, por supuesto, los infantiles, pero también las capas para adultos, las calabazas de decoración y las uñas y dientes postizos.

«Celebramos Halloween porque es una excusa genial para disfrazarnos e irnos de fiesta», cementaba un chico mientras cogía una careta de zombie. Mientras, otros se paseaban por la tienda con intención de encontrar inspiración. «Aún no lo tengo claro pero creo que si busco bien encontraré el traje apropiado», comentó una chica.

Esta noche salgan a la calle y ya saben si les preguntan, ¿truco o trato?, que deben hacer.

N. Salazar