El colegio de Sant Jordi, construido durante la Segunda República, se encuentra situado junto a la carretera.

C.ALCÀNTARA

El Ayuntamiento de Sant Josep ha pedido a la Conselleria d'Educació que sustituya el colegio de Sant Jordi por uno nuevo ya que el centro educativo, construido durante la Segunda República, está obsoleto. El alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas, y la concejala de Política Educativa i Cultura, María Ribas, hicieron esta petición al director de Planificació i Centres, Miquel Martorell, en un encuentro que mantuvieron recientemente en Eivissa.

El Consistorio pidió la entrevista a Educació para exponerle la situación de las infraestructuras educativas del municipio. Actualmente hay cinco colegios de infantil: Can Guerxo; L'Urgell, pendiente de inaugurar las nuevas aulas reunificadas de infantil y primaria; Sant Jordi, Can Raspalls y Es Vedrà.

Ribas recordó que Sant Jordi es una escuela de antes de la República «que funciona muy bien porque tenemos un equipo fantástico pero unas infraestructuras de antes de la República no están muy actualizadas y eso es lo que le dijimos al director general, que este colegio se tenía que sustituir». «Hay que trabajar en la idea de que hay que sustituir el colegio antes de que nos pase lo de Es Vedrà. No podemos trabajar con el agua al cuello», explicó.

Las normas subsidiarias contemplan reservas de suelo para colegios, por lo que aseguró que «hay terrenos para hacer una nueva escuela» y que su ubicación no será muy lejana de donde se encuentra ahora. El Ayuntamiento es partidario de un traslado del colegio y que el edificio actual se utilice para otra finalidad como, por ejemplo, local social. «Me gusta mucho como edificio pero como escuela no reúne las condiciones».

Otro de los centros con problemas es Can Raspalls. «Es un colegio fantástico en cuanto a su estructura pero es un desastre en la ejecución», afirmó la concejala. Can Raspalls es el colegio construido más recientemente en el municipio de Sant Jordi que se puso en marcha a finales de la anterior legislatura. «Hicieron la recepción de la obra justo antes de que entraramos nosotros y no sé por qué la hicieron corriendo», explicó la concejala. Ribas aclaró que el edificio, «como proyecto, es muy bonito y grande, pero tocas una puerta y se cae». Aseguró que hace un año no estaba ni conectado a la red de alcantarillado. «Hay lavabos que no funcionan». La responsable de Educació dijo que ante tales deficiencias tuvieron una reunión con el gerente del Ibisec «para que se haga todo lo que dice el proyecto en condiciones dignas». «Tenemos la palabra del gerente del Instituto Balear de Infraestructuras Educativas de que todo se hará inmediatamente», explicó. «Dejan mucho que desear las infraestructuras educativas que nos hemos encontrado y estamos trabajando una a una», añadió la concejala, que asegura que se ha volcado «porque creemos que es básico».

El colegio Can Raspalls se inauguró en el curso escolar 2006-2007. Su comienzo incluso se retrasó unos días al resto de colegios ya que estaba pendiente de las conexiones y el arreglo de los accesos. Dos cursos escolares después, el colegio necesita ya una reforma.

«Tenemos dos problemas; Sant Jordi y Can Raspalls, y un drama, que es Es Vedrà», dijo la concejala de Política Educativa acerca de la situación del colegio. Sant Jordi es una escuela antigua, de una línea, con todas las aulas desdobladas por necesidades de población. «Es una escuela que ya se amplió. Es un problema que se ha de solucionar con urgencia porque llevamos muchos años de retraso», comentó la concejala.

La reforma de Es Vedrà está pendiente del proyecto de ejecución, que ha de redactar el arquitecto. Una vez finalizado el proyecto de ejecución, previsto para diciembre, se presentará al Ibisec. «Contrariamente a lo que pensaban todos de que todo estaba hecho, cuando entramos no estaba ni acabado el proyecto base», recuerda. En el último pleno se aprobó el convenio para licitar la primera fase de la ampliación, la construcción del nuevo aulario del colegio de Sant Agustí.