Con 34 años, el abogado Miquel Jerez se ha convertido en el presidente insular del PP ibicenco como candidato de consenso y con la prohibición de encabezar las listas electorales al Consell para centrarse en dirigir su partido.

-¿Quién es Miquel Jerez?

-Es una persona con ganas, ilusión y entusiasmo. Alguien que conoce la casa y que ha trabajado para ella allí donde se le ha dicho. Siempre he estado a disposición del partido tanto para los trabajos más elementales como para los más complicados y comprometidos. Ahora estoy aquí y desde esta nueva responsabilidad voy a trabajar para ganar las elecciones de 2011.

-¿Cómo ve la consecución de éste objetivo?

-Con dos años y medio por delante tenemos tiempo para todo: armar nuestra estrategia, construir el equipo que debe liderar el cambio y, sobre todo, confeccionar las ideas programáticas que deben dar solución a los problemas de Eivissa y ser nuestra bandera para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía.

-¿Cuáles son ésos problemas fundamentales?

- Si algo tiene Eivissa es un problema de financiación que lleva a una precariedad absoluta en infraestructuras y servicios que son necesarios para dar respuestas a las demandas de los ciudadanos. Esto se soluciona con ambición, manteniendo posturas valientes y decididas, algo que hasta ahora el gobierno de Xico Tarrés no ha hecho. Debemos ser más celosos con nuestra financiación e infraestructuras. Mantener posturas acomplejadas no nos lleva a nada.

-Se dice que el Partido Popular está dividido. ¿Es así?

- El PP sólo tiene un bando: el de todos y cada uno de sus afiliados. Somos un partido unido, sólido y cohesionado. El sábado dimos muestra de ello y que el altísimo porcentaje de votos que concentré habla por si sólo. Aquí no hay bandos y tenemos que impulsar el proyecto hasta el final.

Estoy convencido de que las dos posturas buscaban lo mismo. Querían un partido renovado, moderno, plural y de vanguardia; lo que ocurre es que cada uno tenía discrepancias sobre quién tenía que liderar el PP. Fueron responsables y dieron un paso atrás para mirar hacia el futuro. No se hablaba de ideas si no de quién era el mejor para hacer una renovación creíble.

-¿Ha tenido libertad para hacer su ejecutiva?

- Desde el momento en que los dos candidatos fijaron su mirada en mí para ser un candidato de consenso, tenían clara una cosa: que no podían condicionar al candidato de consenso. No tendría sentido. Sabían que necesitaba libertad absoluta y, además, así lo pedí. No he tenido presiones respecto a la inclusión de determinados miembros. Ha sido una decisión mía totalmente, eso sí, sin excluir a nadie porque el nuevo PP se debe hacer con lo bueno que tiene el PP y lo bueno que acaba de llegar.

-José Juan Cardona, dijo: "ni autocrítica, ni autoleches". ¿Lo suscribe?

- Perdimos unas elecciones hace año y medio lo cual nos ha hecho pensar en qué hay que mejorar. Entonces fuimos bastante responsables como para hacer un análisis riguroso y en profundidad. Hemos aprendido la lección que los ciudadanos nos han dado. Y a partir del sábado, lo que tenemos que hacer es tener la mirada fija en 2011. Sería un gran error fustigarse toda la vida.

-¿Cuál es esa lección?

- Hemos aprendido que debemos estar más cerca de la gente, escucharla y tener más contacto con la sociedad y captar los mensajes que nos transmita. Si no sabemos los males que aquejan a la ciudadanía, difícilmente podemos defenderla.

-¿Qué hay que hacer con la corrupción?

- Hay que desterrarla, evidentemente. Es algo despreciable. Nosotros estamos tranquilos porque estos asuntos están en manos de la Justicia. Debemos esperar a que ésta resuelva, evitar hacer juicios de valor que no nos benefician y, una vez se determine quiénes son los responsables, aceptarlo con absoluta rotundidad.

-¿Eso significa que no hay que pedir la dimisión de alguien por el mero hecho de estar imputado?

- La imputación no significa que nadie sea culpable de algo. Hay que esperar a que la Justicia determine la responsabilidad y, entonces, pedir las dimisiones que hagan falta. Es cierto que hay casos y casos. Cuando son más que evidentes, la responsabilidad de los políticos es pedir según qué dimisiones. En cualquier caso, mientras no lo determine la Justicia, no somos nadie para pedir dimisiones. No lo hemos hecho con el señor Vicens, no sé si la pregunta iba por aquí.

-Más bien por las declaraciones de Tarrés y la imputación de Cardona.

- Xico Tarrés se equivocaba. No hay que distorsionar el concepto de imputado. No hay imputados buenos y malos. Los hay con todas las consecuencias del término, que pueden ser muchas o ninguna, depende del juez.

-¿Veremos en unos años a Miquel Jerez encabezando las listas electorales?

- No tengo ninguna aspiración. No entra en mis planes inmediatos. Vengo para trabajar como presidente del partido y el futuro me colocará donde me corresponda.