La parte alta de la ciudad está rodeada por seis kilómetros de muralla.

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lorencia, Roma, Venecia seguramente sean las ciudades más conocidas de Italia. Sin embargo, el país con forma de bota ofrece otras posibilidades turísticas que han visto crecer el número de personas interesadas en otras pequeñas o medianas ciudades gracias al auge que tienen desde hace años las compañías de vuelo de bajo precio. Este es el caso de Bérgamo, una ciudad industrial del norte de Italia por la que han pasado muchas personas antes de llegar a Milán o Venecia, lugares con los que hace frontera. Así, desde el pasado 27 de octubre la compañía de bajo coste Ryanair ofrece la posibilidad de viajar directamente de Eivissa a Bérgamo, una provincia que engloba tanto a la ciudad que recibe al mismo nombre como a numerosas localidades colindantes que luchan por sobrevivir con el turismo tras comprobar con el paso de los años que la fuerte competencia en las industrias química y textil no es fácil de afrontar: «Luchamos por el turismo porque sabemos que con el paso de los años aquella persona que estuvo de paso por Bérgamo mientras se dirigía a Milán puede volver para conocer más a fondo la ciudad donde durmió únicamente una noche», explica Alessandra Pitocchi, de la oficina Turismo de Bérgamo.

«Aquí consideramos que tenemos dos ciudades, la alta y la baja. Antiguamente, cuando alguien iba a la ciudad baja decía 'me voy a los suburbios'», cuenta Guia Aiolfi, guía turística de la ciudad. En la parte baja se encuentran buena parte de los comercios, desde peluquerías y cafeterías hasta tiendas especializadas en productos típicos de la ciudad, como el queso. En la parte alta, por contra, se encuentran los edificios más históricos envueltos por seis kilómetros de muralla construidos en 1561.

Bérgamo antiguo

A esta parte se accede desde cuatro puertas situadas en los puntos cardinales que conectan la ciudad con las principales ciudades y vías de comunicación: Milán, Venecia, Suiza y Alemania y l'Eco, una zona de valles. Una vez dentro se pueden encontrar paisajes bonitos e históricos que consiguen arrancar miles de fotos y más de una sonrisa, sobre todo al saber que en el mausoleo de Bartolomeo Colleoni se encuentran tres pequeñas piezas de oro en la puerta (a la izquierda, derecha y centro) que recuerdan y aluden a los tres testículos que, según la leyenda popular, poseía este conquistador veneciano que consiguió influenciar poderosamente a Bérgamo: «Durante años esta ciudad ha sido motivo de disputa y conquista por parte de Milán y Venecia. El veneciano Colleoni era muy hombre y por ello se decía que tenía tres testículos. Siempre se ha dicho que tocarlos trae suerte en general y más masculinidad y fertilidad a los hombres en particular», explica la guía turística. En la parte alta también se encuentra la citadella, donde se encuentra una de las principales torres de la ciudad, la catedral, la plaza nueva en la que se pueden visitar algunos de los principales museos de la ciudad o la basílica románica de Santa Maria Maggiore, que sorprende por su inmensidad y barroquismo.

Mª José Real