El Ayuntamiento de Eivissa reconoció ayer que hay «un problema importante de seguridad», pero puntualizó que éste sólo se da sa Penya, y no en el resto de los barrios comprendidos en el núcleo histórico como son la Marina y Dalt Vila.

Desde el Consistorio destacaron ayer que tanto Policía Local como el Cuerpo Nacional de Policía «anunciarán y adoptarán medidas conjuntas para reforzar al seguridad en este barrio», aunque aún no puden precisar cuáles serán las actuaciones que se llevarán a cabo. Fuentes del Ayuntamiento señalaron también «que entienden que los vecinos tienen razón» en sus reclamos.

Estas afirmaciones del Ayuntamiento de Eivissa son una respuesta a las peticiones de la Asociación de Vecinos de sa Penya, que el pasado martes mantuvo un encuentro con el concejal de Policía de Vila, Ricardo Albin, con la delegada insular del Estado, Sofía Herranz, y con un representante del Cuerpo Nacional de Policía. Durante esta reunión, los vecinos amenazaron con irse del barrio y vender sus propiedades si no se hace algo para «terminar con la inseguridad ciudadana», una falta de seguridad que, según insistieron ayer desde esta agrupación, también se traslada a otros barrios del casco histórico.

En este sentido, desde otra asociación vecinal de esta zona, como es la de la Marina, su presidente, Robustiano Fernández Patrón-Costas, aseguró que «siempre apoyará los reclamos de cualquier asociación de vecinos». «Sa Penya hay que salvarla a toda costa, eso es indiscutible», apuntó el presidente de la asociación, aunque negó que su agrupación haya tratado el tema de inseguridad con la asociación de vecinos de Sa Penya y negó «rotundamente» que en la Marina los vecinos quieran vender sus casas por este problema.

Nuevamente desde la asociación de Sa Penya, sus integrantes han rehusado a hacer públicos sus nombres porque aseguran «estar amenazados» por «verdaderas mafias que operan en el barrio».