Los trabajadores de IB3 se manifestaron ayer ante la sede que la cadena autonómica tiene en Sant Rafel para mostrar su «descontento e impotencia» ante la «incertidumbre laboral» que padecen. Denuncian que los despidos «ya han comenzado» y que, «como era de esperar, las delegaciones pitiusas serán las más perjudicadas». «Con el desmantelamiento anunciado (no oficialmente) de las sedes de Sant Rafel y la Savina, IB3 va de camino a convertirse en la radio y la televisión de todos los mallorquines», afirman los trabajadores mediante un comunicado en el que señalan que la cadena autonómica pasará a ser «la suya», la de Mallorca, aunque pagada por todos los ibicencos, formenterenses y menorquines.

Asimismo, en su escrito destacan que IB3 anunció que sólo reduciría «los gastos de personal en un 14%» en lo que se refiere al personal contratado directamente por la cadena, pero que con el despido de un editor, una documentalista y la reducción de jornada de una administrativa en Eivissa y la misma plaza vacante en Formentera, ha reducido personal «en un 50%». En este sentido, remarcan también que la mayor parte de la plantilla pitiusa, formada por más de 40 personas que trabajan para empresas productoras subcontratadas por IB3 tiene «una total falta de información sobre su futuro laboral».

Por otra parte, los trabajadores critican que la decisión de IB3 de comenzar a recortar por las «islas menores» y que aseguran sólo «una pasividad incomprensible de las instituciones pitiusas representadas en el consejo de administración de la cadena lo ha permitido». «Somos conscientes de que la batalla de IB3 no mallorquinizada es menor en comparación a otras luchas políticas contra el centralismo mallorquín como la radioterapia o la financiación, pero la batalla de IB3 la han dado por perdida sin poner ninguna resistencia».

Los trabajadores recordaron durante su protesta que «el PSOE y el Bloc hablaron de prorrogar la subcontrata a las productoras, cosa que no se ha hecho» y resaltaron que llevan «unos cuantos años 'peleando'» con sus colegas mallorquines para evitar que no sólo se interesen por Eivissa y Formentera «cuando hay muertos por drogas y accidentes de tráfico». Por último, recordaron que la televisión ha anunciado la supresión de las desconexiones informativas insulares con argumentos «pocos sostenibles»: «¿Problemas técnicos con la TDT? Sobran frecuencias de Televisión Digital Terrestre para emitir desde las Pitiüses. ¿Problemas legales?¿Qué quieren decir que hasta ahora las emisiones se han hecho sin cobertura jurídica?», se preguntan los trabajadores.