Los datos ofrecidos por la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera (Fehif) ya revelaban a principios de mes (de hecho, lo venían haciendo desde casi el inicio de la temporada) que el verano había acabado con una menor ocupación y menos negocio. Ahora, el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirma esta percepción negativa y da detalles más concretos respecto al impacto concreto de la crisis.

La Encuesta de Ocupación en Alojamientos Turísticos (EOAT) de éste organismo oficial refleja que entre los meses de mayo y octubre, los hoteles de las Pitiüses tuvieron 1,18 millones de clientes cifra que, con ser abultada, representa 32.500 menos que en la temporada precedente y unos 12.000 menos que en 2006.

El descenso, en términos porcentuales, supone un 2,65% menos, una cifra bastante menor que la caída proporcional en la cifra de pernoctaciones, situada en el 5,33% tras perder casi 383.000. Según el INE, el número de estancias no alcanzó los 6,8 millones durante el último periodo vacacional, mientras que en 2007 se rozaron los 7,23 millones.

Al igual que han reflejado ya las estadísticas hoteleras y las de llegadas de pasajeros por vía aérea, la estadística del INE constata que el mayor impacto en estas reducciones se debe atribuir a la contracción de los mercados extranjeros.

Así, los viajeros de fuera de nuestro país pasaron de los 904.000 de 2007 a no llegar a los 874.000, un 3,31% menos. En el caso del cliente nacional, la reducción fue de poco más de 2.000 usuarios, un 0,6%.

En el caso de las pernoctaciones, la caída se movió en torno a las 466.000 en el caso de los viajeros de fuera de nuestras fronteras y se situaron ligeramente por encima de los 5,55 millones. Porcentualmente, la pérdida fue de un 7,74%.

En el caso del mercado nacional se produjo un movimiento contradictorio, con un incremento de las pernoctaciones. Estas aumentaron en cerca de 32.000 hasta superar los 1,23 millones.