El Govern reveló ayer que prefiere reflotar el pecio hundido en aguas de Eivissa 'Don Pedro' siempre y cuando exista la seguridad de que hacerlo no ocasionará más problemas medioambientales. Por ello, esperará a los informes de los expertos para adoptar --junto al Gobierno central y a otros agentes implicados-- una decisión adecuada y no precipitada basándose únicamente en «criterios medioambientales y no económicos».

Así lo reflejaron en comisión de asuntos institucionales y generales del Parlament la consellera de Interior, María Angeles Leciñena, y el de Medio Ambiente, Miquel Angel Grimalt, quienes remarcaron que el área dónde se produjo el accidente es competencia del Estado por lo que será éste quien «corra con la responsabilidad de lo que se decida», apuntó Grimalt, aunque, en la comisión de seguimiento del accidente -encargada de la decisión final- habrá representantes de las distintas administraciones y de las diferentes entidades implicadas.

Grimalt indicó que el barco tiene «problemas estructurales» por lo que se podría fracturar y que ese riesgo medioambiental «puede ser superior a dejarlo hundido». No obstante, remarcó que, puesto que las condiciones en las que descontaminó el pecio no fueron las óptimas, «preferiríamos su extracción».

Una de las críticas más repetidas en la Comisión de la Cámara balear fue la referente a la lentitud de las actuaciones adoptadas. En este sentido, la consellera de Interior manifestó que los propios profesionales encargados de la elaboración de los estudios «solicitaron esta demora» a la hora de presentar el informe debido a los días que no pudieron trabajar a causa de temporal y a que el buque se encuentra en una importante zona de tráfico marino que tampoco permitió los trabajos durante algunas jornadas del pasado mes de agosto.

No obstante, el propio Grimalt reconoció estar de acuerdo en que «el tema se está alargando mucho» y que habría que adoptar una decisión sobre el futuro del buque «con la mayor celeridad posible».

Durante la comisión se indicó que la decisión final sobre la posible extracción se tomará en Baleares «y no en Madrid», en referencia al Gobierno central. Si bien, el PSOE también se mostró a favor del reflote del pecio hundido en julio de 2007 siempre que se asegure que no ocasionará consecuencias ambientales. En el caso de que haya posibilidades de contaminación, los socialistas manifestaron que sería preferible «garantizar su descontaminación total y ya está». La comparecencia de Leciñena fue solicitada por cuatro diputados 'populares' para dar cuenta de la situación actual del barco.