Estado que presentaban los túneles de la autovía al aeropuerto ayer por la mañana. Foto: MARCO TORRES

Consensuar un proyecto adecuado para llevar a cabo el nuevo drenaje de agua de la autovía al aeropuerto es «muy complicado». Así lo asegura el director general d'Obres Públiques del Govern, Antoni Armengol, que duda de que este proyecto pueda ejecutarse durante el año 2009. Es por ello por lo que todavía no hay ninguna partida reservada. «No hay dinero porque todavía no ha nacido como proyecto, aunque siempre se puede coger de la caja común de la Conselleria y se le destinará la cantidad que sea necesaria», expresó el director general, que indicó que «ojalá» pudiera aprobarse el proyecto y ejecutarse durante el ejercicio 2009.

De todas formas, es dudoso que esto pueda ser así, porque la Conselleria ya ha recibido las numerosas prescripciones que ha hecho la Comissió balear de Medi Ambient y ahora tiene que redactar otro documento para llevarlo de nuevo a comisión. «Es un camino muy largo, pero ya no estamos en el inicio, aunque sería fantástico que se pudiera hacer en 2009», expresó Armengol.

Coste

El precio que puede alcanzar este nuevo proyecto para evitar la inundación de la autovía ante episodios de lluvia fuertes oscila entre los tres y cinco millones de euros. El problema, según Armengol, es que en su día no se realizó un drenaje adecuado de la carretera y dos de las canalizaciones terminan en fincas particulares en vez de ir a parar al mar. Por este motivo la Conselleria tiene activado un plan de emergencias en caso de precipitaciones intensas para evitar problemas en esta vía.

«Hay soluciones más caras y más baratas dependiendo de la solución que se acepte; en cualquier caso el objetivo no es ahorrar, sino que todos los organismos competentes estén de acuerdo», indicó el director general, que expresó que lo más probable es que la opción que contente a más administraciones será también la más cara, pero eso «no es problema». «Es una solución definitiva y todos los organismos tienen que dar el visto bueno, no hay más remedio y dependerá de cuáles sean las prescripciones que nos dén», añadió.

El problema de este proyecto es que hay muchas administraciones en juego que ponen innumerables pegas porque pasa muy cerca del parque natural de ses Salines, porque afecta al final de Platja d'en Bossa y a las dunas de esa zona, además de a elementos patrimoniales. El proyecto consiste en la instalación de dos tuberías desde la autovía hasta el mar, una de 1,6 km hasta la Sal Rossa y otra menor desde la zona de Zumos Naturales a Platja d'en Bossa. Además, en una de las alternativas se prevé un gran balsa de agua en Platja d'en Bossa que estaría rodeada de hoteles. El Consell puso importantes reparos a las soluciones propuestas por Obres Públiques porque en uno de los casos se quería utilizar una acequia tradicional y porque afectaba a las dunas. En el proyecto también realizan informes la demarcación de Costas, los ayuntamientos y la dirección general de Recursos Hídrics, entre otros.

El proyecto será redactado ahora por la Conselleria pese a que hasta ahora lo llevaba la empresa Apia XXI. El Govern ha decidido prescindir de los servicios de estos profesionales debido al «grave error» que se produjo en las expropiaciones, que ahora obliga a Empresas Matutes a devolver 2,2 millones de euros y a Pere Torres, Casetes, 400.000.

Los ecologistas del GEN se oponen frontalmente al proyecto de drenaje de las autovías porque aseguran que han comprobado las «grandes afectaciones ambientales» que presenta y citan que una de las más graves es una enorme balsa de agua al lado de la zona protegida del parque natural de ses Salines. Es por ello que hace escasos días enviaron una carta a la dirección general d'Obres Públiques para que renuncien a este proyecto. Los ecologistas además sospechan que el coste será mayor de cinco millones de euros y advierten de que habrá que hacer nuevas expropiaciones por donde discurran las tuberías. Es por ello que el GEN pidió que se rellenen de nuevo los tramos soterrados de la autovía al aeropuerto, que son los que provocan problemas de drenaje. Esta alternativa fue rechazada de inmediato por el Govern, que indican que esta medida tendría un coste desorbitado.