Aunque acostumbrado a las largas caminatas, el president Antich (Caracas, 1958) se mueve ahora a ritmo lento y con muletas. Se rompió el ligamento cruzado de una rodilla jugando al fútbol y se pasa en reposo más tiempo del que él desearía. En esta entrevista habla del nuevo sistema de financiación, pero también de la situación de su partido y de las personas que podrían sustituirle el día que se retire. Día que, aclara, todavía no tiene fecha. No rechaza ninguna pregunta pero, fiel a su manera de ser, cuando le interesa 'se hace el sueco', como Stieg Larsson, el autor de la última novela le han regalado y que, en España, se ha traducido como La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina.

-Regresó usted de su reunión con Zapatero cargado de buenas palabras.

-Mi intención era conocer de primera mano cuál era la postura del Gobierno central ante la situación de nuestra comunidad, y entendemos que es un punto de partida muy positivo: el presidente Zapatero tiene claro que Balears es la más perjudicada y que es la que tiene que salir más beneficiada.

-Y regresó sin cifras. ¿Cuántos millones reportará a Balears el nuevo sistema?

-Es que aún falta la parte más dura de la negociación, la que terminará con una cantidad que, en cualquier caso, debe servir para que Balears se sitúe en las media de las comunidades autónomas. Nosotros damos gran importancia a la población real, que se tendrá en cuenta, y que saldremos muy favorecidos con el nuevo fondo de convergencia. Contaré algo que no había dicho nunca: al poco de llegar Zapatero a la presidencia, cuando yo era sólo diputado, reconoció en una ejecutiva del partido que Balears era una de las comunidades más perjudicadas por el sistema de financiación.

-¿A qué dedicará Balears las cantidad adicional que obtenga?

-Hay muchas cosas que hacer pero, lamentablemente, una parte importante tendremos que destinarla al déficit acumulado que tiene esta comunidad. Educación, sanidad y bienestar social serán las áreas que más se beneficiarán del nuevo sistema.

-Al presidente catalán, que es socialista, no le convence el sistema; a la presidenta madrileña, que es del PP, sí. Usted dice que será beneficioso para Balears. ¿A qué lo atribuye?

-Pues eso es una demostración de la España plural. Catalunya y Balears compartimos muchas reclamaciones, pero también con la comunidad madrileña. Somos las únicas que aportamos dinero para el conjunto del Estado. Estamos optimistas ante el inicio de la negociación, pero ahora queremos que se materialice en cifras concretas. Balears aún no ha dicho que sí al nuevo sistema, pero estamos prudentemente optimistas.

-Año y medio después de acceder a la presidencia del Govern las encuestas no son demasiado malas para el PSOE. ¿Se siente satisfecho?

-Estoy muy satisfecho del funcionamiento del PSIB. Desde 1999, no ha hecho más que crecer; el partido está más fuerte que nunca y pasamos a ser el partido más votado en las elecciones generales. Eso fue un acontecimiento histórico que esperamos que tendrá continuidad en las próximas elecciones autonómicas. Estoy satisfecho con el partido y, también, con la labor del Govern, pese a que a nadie se le escapa que dos asuntos con los que no contábamos nos han obligado a actuar: la herencia del anterior Govern, en cuestiones como el metro o el Palma Arena, que nos ha obligado a gastar dinero que podríamos dedicar a otros asuntos y a la situación de dificultad económica que estamos padeciendo. Así y todo mi percepción es que estamos dando respuestas a las demandas de la sociedad.

-A la vista del buen momento del PSIB, ¿convocaría elecciones anticipadas?

-No, lo he dicho una y otra vez. Los que tenemos responsabilidades institucionales no podemos confundir lo que iría bien a nivel de partido con lo que verdaderamente conviene a la ciudadanía. Unas elecciones anticipadas no le vendrían mal al partido socialista pero a la ciudadanía sí. Los ciudadanos no quieren que hablemos de nuestros problemas internos sino que resolvamos los suyos. Estoy muy tranquilo y ninguno de los partidos que sostienen al Govern le ha retirado su apoyo.

-El Parlament reanudará sus sesiones y, además de los diputados, volverán los imputados. ¿Se ha planteado presentar una cuestión de confianza para ver qué apoyos tiene?

-No; es que tenemos el mismo apoyo que hace un año y medio y, en algunas cuestiones concretas, más. Durante el debate de presupuestos logramos el apoyo parcial, para algunas partidas, del diputado de Formentera. El PP sabe que mi mano está permanentemente extendida para aquellas cuestiones que consideramos de Estado y si algo me gustaría que quedara de este Govern es su apuesta por la cultura del pacto permanente. Por eso no es momento de hablar de cuestión de confianza ni de elecciones anticipadas, como a veces plantea el PP.

-También UM ha hablado de elecciones anticipadas. ¿Se fía de la actual UM de Miquel Nadal?

-Me fío. UM está cumpliendo con el pacto. Otra cosa es que Miquel Nadal dijera en un momento dado que le irían bien unas elecciones anticipadas. El líder de UM siempre ha dicho que quiere mantener el pacto hasta el final. Estoy tranquilo. Tenemos unos pactos firmados que hay que cumplir y en los que nos jugamos el bienestar de los ciudadanos.

-¿Comparte el decreto que prepara Nadal en Turisme y que favorece la reforma de hoteles a costa de eximirles de la normativa urbanística?

-Tenemos cuestiones importantes entre manos: un gran acuerdo de carácter estructural para mejorar nuestra competitividad. Estamos trabajando en un decreto que va dirigido en esa línea. Lo que pretende ese decreto, que queremos pactar con partidos, con los consells y con el sector, es modernizar nuestra oferta hotelera y dar fuerza al sector de la construcción. El problema es fijar el alcance del decreto para adecuar el sector turístico a los nuevos retos que tenemos por delante. Es un tema de Estado para el que queremos toda la seguridad jurídica. La idea del decreto es buena pero hay que concretarla.

-Usted es secretario general del PSOE balear, un partido que está lejos de ser mayoritario en unas autonómicas.

-Pero está en condiciones de serlo. Somos el partido que más crece. Nuestra estrategia pasa por acercarnos a la sociedad civil y presentar el mejor proyecto para la ciudadanía. Nuestro partido representa el proyecto más seguro, prudente, tranquilo y eficaz para la ciudadanía.

-En Balears siempre ha gobernado en coalición. ¿No puede aspirar a gobernar solo?

-Nuestra aspiración es ser el partido mayoritario sin que eso suponga que no pactaríamos con otras fuerzas políticas. Yo doy mucha importancia a los pactos. Sumar es básico para todo nuestro proyecto. Unidos podemos conseguir más. Nosotros, los socialistas, queremos gobernar con un pacto permanente con la sociedad. El acuerdo entre el poder público y el sector privado es fundamental. Vivimos en un mundo globalizado y sólo así podremos ser plenamente competitivos. Estoy optimista, tanto por lo que se refiere al partido como a la labor del Govern.

-¿Y también es optimista sobre Palma?, ¿Está respondiendo Aina Calvo a la ilusión que supuso su elección como alcaldesa o piensa que ha llegado el desencanto?

-Estoy contentísimo con el trabajo de Aina Calvo en el Ajuntament de Palma. El partido está con ella y tiene un apoyo muy importante en la calle. Comunica muy bien con la gente y prefiere el contacto directo que las grandes declaraciones a los medios de comunicación. Cada uno tiene su manera de actuar y al final del mandato se verá el cambio importantísimo que se dará en la ciudad. Aina es, hoy por hoy, uno de los elementos más importantes que tiene el Partido Socialista.

-Aina Calvo, Francina Armengol, Joana Barceló... Son los tres nombres que se barajan siempre para sucederle. ¿Cuál de ellas cuenta con más posibilidades?

-Ja, ja. Eso es algo que decidirá el partido. A mí ya no me quedan más alabanzas que dedicar a cada una de las tres. Nos une nuestro trabajo en el partido, además de una gran amistad personal. Las tres están preparadísimas para ocupar los cargos más relevantes en nuestro partido. Igual que Xicu [Tarrés, presidente del Consell de Eivissa]. Marc Pons [presidente del Consell de Menorca] y más gente. Yo ya he dejado claro que no repetiré más como secretario general pero no paso ninguna pena con mi relevo: el partido está más fuerte y cohesionado que nunca. Y muy tranquilo.

-Algún presidente autonómico, como el aragonés Marcelino Iglesias, ya han anunciado que no se presentará a la reelección. Usted ha sido presidente en dos ocasiones. ¿Habrá una tercera?

-Eso no está ni decidido ni hablado. Se hablará en su momento. Por ahora tenemos mucho trabajo por delante y muchos proyectos que poner en marcha. No lo tengo pensado en estos momentos. Se hablará cuando toque.

-¿Piensa que su antecesor, Jaume Matas, terminará declarando ante los tribunales?

-La verdad es que no lo sé. Veo lo que publica la prensa y poco más. No es algo que entre en mis preocupaciones como presidente. Lo que sí me preocupa es que el anterior Govern, presidido por Jaume Matas, nos dejará en herencia una serie de temas que nos han obligado a gastar mucho dinero.

-¿Ha tenido ocasión de hablar con Jaume Matas desde que usted asumió la presidencia?

-No. Creo que la última vez que hablé con él fue en el Parlament, el día en que fui designado como presidente.

-¿Tiene previsto cambiarse de casa o comprar un 'palacete' en el centro de Palma?

-No, ja, ja. Yo estoy muy bien en Algaida. Estos días, además, por la rodilla, necesito reposar.

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