Aspecto que presentaba ayer la carpa de Sant Antoni. Foto: MARCO TORRES

Hemos encontrado la carpa de casualidad. Somos un grupo de amigos de Barcelona, nos alojamos en un hotel cerca del centro y hemos decidido dar una vuelta por aquí. Paseando, paseando nos hemos metido en la carpa a ver lo que hay», explicaba Asunción Ortiz, mientras una de sus amigas pagaba cinco euros por una camiseta.

La tercera edición de la feria de stocks de Sant Antoni, organizada por la Associació d'Amics del Carrer Ample con la colaboración de la Asociación de Comerciantes y el Ayuntamiento del municipio, consiguió un año más que centenares de personas pasaran por la carpa municipal en busca de la prenda con el precio más bajo.

En esta ocasión, 26 comercios de Sant Antoni mostraron durante todo el día de ayer que también se pueden comprar zapatos, camisetas, vestidos de fiesta, ropa de niño, regalos y cd's por cinco, 10 y 20 euros. Muchas de las personas que no quisieron perderse esta cita con las gangas no tenían claro qué querían comprar, como María Juan, qué visitó la feria por primera vez: «Estoy echando un vistazo en general. Sé que compraré algo, pero no tengo una idea concreta de lo que quiero. Eso sí, lo que tengo claro es que vengo en busca de la mejor ganga, sea lo que sea». Y los comerciantes, entre tanto, satisfechos con el desarrollo de la mañana: «Llevo tres años participando en esta feria y siempre funciona muy bien. Aún es pronto para hacer valoraciones, pero por el momento la mañana está bastante animada», explicó Yves Coto, dueño de la Boutique Trance, quien aseguró que este año la feria podría tener muy buenos resultados gracias a la situación de crisis económica que vive la sociedad: «La obsesión psicológica por la crisis hace que la gente se anime a comprar en actos de este tipo porque si, por ejemplo, ven en la etiqueta de un vestido 40 euros y lo pueden adquirir ahora por 10, pues piensan que se han ahorrado 30 euros y lo acaban comprando». Otros empresarios, en cambio, no se mostraban tan optimistas. «Mucho de miranda y poco de compranda», señaló un comerciante. Fuera de la carpa, el grupo de mamás de los alumnos de sexto curso de primaria del colegio Can Coix vendían pasteles caseros para recaudar fondos para el viaje de fin de estudios de sus hijos, que quieren visitar el parque temático Port Aventura antes de que acabe el curso escolar.