El mal tiempo volvió a complicar ayer las comunicaciones entre Formentera y Eivissa. Los ferrys no pasaron por la mañana y Trasmapi-Baleària sólo hizo un primer viaje, a la demanda, a la seis de la mañana entre la Savina y Vila, regresó a las nueve y media y no preveía su salida hasta la una y media del mediodía. En cuanto a la tarde las barcas también se iban a restringir salvo que el tiempo mejorara, ya que aunque el viento comenzaba a amainar, el hecho de que la mar estuviera 'arrancada' en términos marinos, hacía compleja las conexiones a partir de la puesta del sol. Por su parte Mediterrànea-Pitiusa cumplió los dos enlaces que prevé los fines de semana, uno por la mañana y otro por la tarde.

Aunque la situación no era grave, los efectos fueron los habituales, no pasaron los ferrys con vehículos de mercancías, la prensa llegó fraccionada y la donación de sangre organizada en el Hospital de Formentera se tuvo que suspender porque el personal y el material procedente de Eivissa no pudo ser embarcado a tiempo.