Poco antes de las 19.30 ya se daban cita en el Parque de la Paz multitud de delegados sindicales, afiliados y trabajadores de los sindicatos mayoritarios de las islas y convocantes de esta protesta (USO, UGT y CCOO). Cargados con banderas, pegatinas y pitos miraban expectantes a la gente que se iba acercando a la zona con ánimos de unirse a la protesta. En un principio hubo quien calculó una afluencia de unas 250 personas que finalmente, ya en el Paseo de Vara de Rey, alcanzaba las 500. Y hubo quién también se planteó «¿cómo una convocatoria de estas características tan sólo ha conseguido atraer a medio millar de personas en Eivissa?» Las posibles hipótesis también caminaban en el seno de la protesta: «En Eivissa cuesta mucho movilizar a las personas», o «aquí todavía no hay mucha gente afectada». Por echarse de menos, se notó la ausencia de muchos representantes políticos, como la de los populares que habían mostrado «su solidaridad con los trabajadores que han perdido su puesto de trabajo», pero, sobre todo, la de los representantes de las filas socialistas. De cualquier modo, los que fueron lo hicieron convencidos, con las ideas claras y haciendo mucho ruido.

En una marcha sin prisa, pero sin pausa, los que protestaban realizaron su recorrido al son de los pitidos y de cánticos de «más trabajo y menos corrupción», «sin trabajo no hay futuro» o «no nos mires, únete».

Ya en el paseo de Vara de Rey, y ahora con Serrat de fondo, los tres sindicatos leyeron su manifiesto conjunto y al finalizar, como dijo el delegado sindical de UGT, Diego Ruiz, «siempre se echa de menos a gente, pero lo cierto es que somos todos los que estamos».