El plano fue presentado ayer en el salón de plenos del Consell.

El tramo del primer cinturón de ronda de Vila podría convertirse, a partir del año próximo, en el equivalente ibicenco de la Diagonal de Barcelona, al menos en el tramo que conecta las rotondas de ses Figueretes y de Can Misses. Pero para eso, el equipo de Gobierno insular deberá conseguir que Madrid asuma aportar el dinero de una actuación que, en esta primera fase, supondría estar un año de obras y costaría unos nueve millones de euros, pudiendo iniciarse durante 2010 si se logran los fondos. La 'conversión en ciudad' de toda la vía de cintura tendría un precio de alrededor de 30 millones de euros.

El grupo popular en el Consell había presentado al pleno de ayer una moción por la que instaba a que la institución insular cediera a Vila la titularidad de la vía y que, además, asumiera el coste de la transformación en avenida urbana. Tras la exposición inicial de la popular Carmen Domínguez, el conseller de Mobilitat, Albert Prats, tiró de golpe de efecto y desplegó un enorme plano de varios metros de largo en el que figura la propuesta que maneja el equipo redactor del anteproyecto para ordenar la zona «que, aunque puede sufrir variaciones, se asemejará bastante a la propuesta inicial».

Primera zona

Precisamente por el hecho de que no es un diseño cerrado, Prats únicamente apuntó algunas de las características de una intervención que convertirá en una gran avenida ajardinada (el presidente Xico Tarrés la comparó por su bulevar intermedio con la Diagonal de Barcelona) el trazado que discurre desde la rotonda de Can Sifre hasta la glorieta de la avenida 8 d'Agost. «Se trataría de una zona con servicios, arbolado, pérgolas, viales bici, aparcamientos en superficie y alguno subterráneo e incluiría una llegada más amable a la zona de servicios en la que se ubicará la futura Biblioteca Nacional», explicó Prats.

El primer tramo constaría con un bulevar central peatonal de unos 12 metros de ancho en el que se incluirían zonas verdes para pasear y carril bici. A ambos lados figurarían dos carriles y todo el trazado estaría lleno de pasos de peatones y semáforos para regular el tráfico para facilitar el paso de una zona a otra de la ciudad de los transeúntes.

«La adecuación de la primera fase, la más necesaria y la que se puede hacer derivando el tráfico por otras zonas, sería desde la rotonda de ses Figueretes a Can Misses», defendió el conseller, quien señaló que al no haber casi intervenciones en el subsuelo «calculamos que en el plazo aproximado de 12 meses se podría hacer».

Pasos posteriores

De la intervención en las otras zonas, Prats sólo destacó que «el bulevar Abel Matutes se alargará y conectará con el acceso a Can Misses y la Biblioteca Nacional», creando una gran glorieta ajardinada «que cree un acceso más humano» a los espacios de servicios. Al mismo tiempo, añadió que «podemos dejar a para el final el tramo más industrial como es el de la zona de GESA y la zona natural de ses Feixes, donde no hay infraestructuras que precisen el cruce de la vía».

Ante esta presentación, Carmen Domínguez accedió a retirar la moción presentada por el PP, aunque reclamó poder conocer el proyecto de primera mano. «Tiene mi compromiso de que será convocada para conocer el proyecto y opinar sobre él», le prometió el conseller.

El objetivo del Consell es lograr que la financiación de este proyecto llegue del Gobierno central y, a ser posible, que quede fuera de las partidas que ya están siendo negociadas. «Estamos abiertos a que, con el nuevo convenio de carreteras, se pueda hacer siempre que podamos negociar un aumento de las transferencias», explicaba Prats. Tras la sesión, el presidente Xico Tarrés añadía que «si el dinero puede ir al margen del convenio, mejor, y si puede ir fuera de la vía del déficit estatutario, mejor».

Al tratarse de una cantidad tan importante, Tarrés señalaba que no se ha pensado en el Govern, si no en Madrid, para la finanación, y añadía que no hace falta tener la transferencia de todos los fondos para empezar las obras. «Basta con tener el compromiso», añadió.

Para este año ya existe una partida de 250.000 euros para la redacción del proyecto definitivo.