La fuerte dependencia del turismo, que permitió un menor impacto de la crisis en 2008, conllevará este año que las Pitiüses noten de forma más acusada la desaceleración económica hasta el punto de que «si lograron crecer un tanto por encima del 1% en 2008, este año, si lo consiguen, lo harán con muy poco margen por encima del 0%», explicó ayer Antoni Riera durante la presentación del Informe de Coyuntura del Centre de Recerca Económica (CRE).

El director de instituto de estudios considera que «Balears está a las puertas de la recesión», con sectores como la construcción y la industria en plena crisis, al igual el conjunto de la economía de Menorca. «No ocurre así con las Pitiüses y Mallorca que, de momento, escapan a este escenario de recesión», resaltó.

Mal panorama

Pero Eivissa y Formentera esquivan la bala, por ahora. «Lo que puede pasar en los próximos meses es que es posible que la economía pitiusa sufra con más énfasis que Mallorca esta gran depresión económica puesto que todos los indicadores económicos de que disponemos resaltan que la situación está haciendo más estragos en las Pitiüses porque las llegadas de turistas se están comportando peor», destacó Riera.

«Los últimos datos disponibles, hasta diciembre, muestran una caída peor, especialmente en el mercado británico en el caso de las Pitiüses; al igual que en el caso de turismo alemán, algo que no se nota tanto», añadió el especialista, quien reconoció que Mallorca tiene la ventaja de contar con el aeropuerto de Son Sant Joan, lo que hace que se recorten menos las plazas disponibles al ser un centro distribuidor de tráfico y un destino más barato.

Dejando de lado el turismo, Riera destacó en el lado positivo que «las Pitiüses, a pesar de notar la crisis, tienen una posición más sólida en cuanto al consumo de las familias», si bien, como contrapunto, la construcción muestra una situación peor que en el resto de Balears.

En cuanto al mercado laboral, el director del CRE reconoce que las cifras de desempleo «son muy elevadas» y se corre el riesgo de «fuga de trabajadores», si bien destacó que la posición pitiusa es mejor que la del resto. «El paro registrado ha experimentado un incremento del 26,8%, que es menor que el conjunto de Balears, del 31,9%. Buena parte de este ajuste corresponde a sectores intensivos en mano de obra, especialmente a la construcción», declaró.

Riera no cree que haya peligro de deflación (bajada generalizada de precios) sino más bien «que algunas rúbricas del IPC están teniendo un comportamiento bajista, especialmente las ligadas a productos energéticos, debidas a subidas muy importantes en el pasado», explicó Riera. «El riesgo de que todos los precios de la economía bajen de una forma generalizada no es real. Es un fantasma», resaltó.