Sant Llorenç (1970). Licenciada en documentación por la Universitat Oberta de Catalunya. Desde 1993 trabaja en Can Ventosa coordinando el trabajo interior y actualmente es responsable del archivo y la biblioteca municipal.

-¿Qué libros considera imprescindibles?

-Conocer un poco los autores locales. Para mí es importante que conozcamos lo nuestro. También la literatura catalana y los clásicos.

-¿Y su preferido?

-Mercé Rodoreda es la autora catalana que más me ha gustado. También me gustó mucho un libro, entre cuento y novela, Seda, de Alessandro Baricco, que recomiendo. Tenemos la oportunidad de sugerir libros. Mucha gente viene y nos pregunta.

-¿Hay alguno que deteste o no haya podido acabarlo?

-No pude acabar Las benévolas, de Jonathan Litell. Era muy duro. Es un libro duro que aborda la guerra desde el punto de vista del verdugo. Lo empecé pero no lo terminé.

-¿A quién se conoce más, a Miguel de Cervantes o a Isidor Macabich?

-Son muy diferentes. La gente pide mucho los libros de Miguel de Cervantes porque son recomendados en los colegios. Son la lectura, digamos, obligada, como las Novelas Ejemplares o El Quijote, que te los piden en lenguaje moderno; pero El Quijote es así. Quizás no nos preguntan tanto por Isidor Macabich, pero acaban en sus obras porque ha escrito mucho sobre la historia de Eivissa. Es de referencia bibliográfica a la hora de estudiar aquí.

-¿Cuál es su lugar preferido para leer?

-Es igual. Tengo en mi casa libros por todas partes. Tengo varios empezados. En la habitación, narrativa o poesía, y la lectura instrumental la tengo por toda la casa.

-¿Qué libro está leyendo?

-Corona, Un dia de festa, de Jean Willi. A veces, si tengo unos minutos y lo consulto, el de Santa Eulària, de Joan Marí Cardona.

-¿Cuál es el peor enemigo de los libros? ¿Internet o la televisión?

-Para mí, la televisión. Internet te da posibilidad de leer, pero no es una lectura secuencial. Te permite picotear más. Nunca se ha leído tanto como ahora e internet contribuye a ello.

-¿Se dejan aconsejar los lectores?

-Sí. Creo que a los bibliotecarios para desarrollar bien nuestro trabajo tendríamos que tener en nómina unas horas de lectura, lo digo en broma.

-¿Cuál es el libro que siempre ha querido leer pero no ha podido hasta ahora?

-Tengo una lista para cuando me jubile. Los clásicos de toda la vida.

-¿Cómo se trabaja rodeado de silencio?

-Es un ambiente relajado, muy bueno para trabajar. Te acostumbras a hablar flojito y a veces contagiamos a otra gente a hablar así.

-¿Qué hay de cierto en eso de que se va a ligar a la biblioteca?

-Es un punto de reunión. En los descansos se tiene la ocasión de conocerse. Yo siempre digo que 'vida social, en el bar'.

-¿Cuántas rosas regala en Sant Jordi?

-Entre rosas y libros me gasto siempre un dineral.