Francesc Antich asumió a finales de 2007 la presidencia de una eurregión, Pirineos-Mediterráneo, de futuro incierto y con divergencias internas y, ahora, está a punto de dejarla cuando se ha convertido en 'lobby' europeo con capacidad negociadora en las instituciones europeas.

George Frêche, el polémico y populista presidente de la región de Languedoc Roussillon, que en diciembre de 2007 se llegó a planear abandonarla, asumirá el próximo día 18 la presidencia de la Eurorregión que ahora funciona como Agrupación Europea de Cooperación Territorial (AECT), con competencias de cooperación y con capacidad para negociar conjuntamente (en nombre de Balears, Catalunya, Languedoc y Midi-Pyrénées) fondos de cohesión. Es una organización que hablará en nombre de 13 millones de personas.

El Gobierno central autorizó ayer a Balears, y también a Catalunya, a participar en la AECT.

Objetivos

Para Antich, que compareció personalmente ante los medios tras la reunión ayer del Gonsell de Govern, destacó la trascendencia del hecho y destacó que se habían cumplido todos los objetivos que se había marcado. En realidad, queda uno no cumplido: la reincorporación de Aragón, que la abandonó por diferencias con el Govern de la Generalitat en torno a la propiedad de una piezas artísticas. Antich destacó la creación de siete redes en el marco de la Eurorregión, relacionadas con las universidades, las cámaras de comercio, museos, televisiones sin fronteras, sindicatos, jóvenes emprendedores y consejos económicos y sociales y dirigidas a impulsar iniciativas «de utilidad para estos colectivos».