Los terrenos donde se quiere construir el campo de golf de Platja d'en Bossa, actualmente cubierto por las tierras de la construcción de las autovías.

El comité técnico de la Conselleria de Medi Ambient dio ayer un duro revés al proyecto del campo de golf que la empresa Fiesta Hotel Group, del empresario Abel Matutes, quiere construir en Platja d'en Bossa.

El informe de impacto ambiental, compuesto de 500 folios y entregado hace tan sólo una semana, no logró superar la evaluación técnica de la Conselleria, por lo que la empresa informó ayer que recurrirá esta decisión administrativa «ante los tribunales competentes».

Se trata de un informe que será incluido en el expediente de declaración de Interés General que el Consell está tramitando por tratarse de una localización en suelo rústico, por lo que, tras la negativa de Medi Ambient, será el Consell, a través de la Comisión Política de Urbanismo y Ordenación del Territorio Ciotupha) quien tendrá la última palabra. Una futura decisión poco esperanzadora para la empresa ya que, según aseguró ayer en un comunicado, «es un hecho conocido y cierto que los representantes de algunos de los partidos que componen el gobierno del Consell, desde el primer día, han dejado muy claro que uno de sus objetivos prioritarios era y es prohibir el campo de golf de Platja d'en Bossa».

Según argumentaron ayer desde la Conselleria de Medi Ambient, el comité técnico ha resuelto emitir este informe desfavorable porque el proyecto «afecta a un 50% zona periférica de protección del Parque Natural de ses Salines», ya que ésta es el área de extensión que ocupan los terrenos del campo de golf, «básicamente porque supondría introducir especies alóctonas [no propias de la zona, como el césped]», y también «por el riesgo de contaminación de aguas pluviales, porque al llover se pueden producir corrientes de agua y arrastrar elementos que acabarían en la zona del Parque Natural».

Asimismo, el comité técnico basa su decisión en otros informes negativos, como el de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), para el cual la ubicación de nueve de los 18 hoyos proyectados «afectarían a la seguridad de las operaciones», sin olvidar que «las lagunas del campo del golf atraerían aves y supondrían un riesgo para la seguridad aérea».

Medi Ambient tammbién cita otros informes desfavorables, como el de la Conselleria insular de Mobilitat, que determinó que «no es compatible con la seguridad vial de las carreteras que cruzan esta zona», y de la Conselleria balear de Obres Públiques, «porque afectaría al drenaje de la autovía». Además, los técnicos suman a su decisión otros «informes desfavorables de más entidades y administraciones, como la dirección del propio Parque Natural, de la Conselleria insular de Medi Ambient, del Ayuntamiento de Sant Josep, de la empresa pública Espais de Natura Balear y de Xarxa Natura 2.000.

Esta evaluación del comité será tratada por la Comisión balear de Medi Ambient la semana próxima, que suele basar su decisión política en el resultado del informe técnico.

El Consell d'Eivissa anunció anteriormente que si el informe de Medi Ambient era negativo sí sería vinculante para decisión final sobre la declaración de Interés Público, al igual que lo serían las prescripciones que se pudieran hacer a la instalación. Por otro lado, la máxima institución también se reservaba el derecho de autorizar o no el campo de golf aunque el informe fuera positivo.

La empresa Fiesta Hotels Group, aseguró ayer mediante un comunicado que «no hay escrito o ley que prohiba en el entorno de ses Salines hacer un campo de golf» si no que, por el contrario, «todos los estudios lo aconsejan para áreas húmedas y califican de positivo los efectos que aportaría su construcción, especialmente en el espacio que nos ocupa. Para la empresa, el Consell «ignora los beneficios económicos y medioambientales» que este golf «significaría para Eivissa», ya que, según destaca, «se lograría un turismo de mayor calidad y de invierno, la creación de 200 nuevos puestos de trabajo directos y la apertura, durante todo el año, de dos o tres hoteles más». «Las mismas autoridades que están en contra del campo de golf en el que se proyecta la plantación de varios miles de olivos y almendros y unas 300 palmeras son las mismas que permiten que la zona sea un vertedero incontrolado de basuras y desechos de obras, a pesar de las múltiples denuncias que el Grupo Fiesta ha presentado ante las autoridades». Para la empresa, «la opinión pública debe tener claro que con el rumbo que está tomando la política de los actuales gobernantes la situación económica de Eivissa seguirá agravándose irremediablemente».