Tras la forzosa inhibición del juez José Espinosa y la voluntaria de su colega Juan Carlos Torres, el caso Eivissa Centre ha recaído por reparto sobre la juez sustituta Margarita Robayna, en cuyas manos estará por un tiempo -por lo visto breve- el Juzgado de Instrucción número 3 de Eivissa mientras llega un magistrado que se haga cargo de la titularidad. Al parecer, el contrato de Robayna vence en muy poco tiempo. Fuentes judiciales explicaron además que la juez contempla abandonar la isla en pocos meses. Para completar la instrucción del caso Eivissa Centre sería necesaria una ampliación de su contrato. Este diario intentó ayer en varias ocasiones y sin éxito hablar con la juez. «No habla con la prensa», ordenó decir la juez a una funcionaria.

Teniendo en cuenta que en la isla sólo hay cuatro juzgados de instrucción, que dos de los jueces se habían inhibido del caso y que el titular de Instrucción número 4, Santiago Pinsachs, se hace cargo de los asuntos de violencia doméstica, no es sorprendente que el caso Eivissa Centre se haya puesto ahora en manos del único juzgado que quedaba libre, aunque la juez Robayna, debido a que su estancia en la isla se prevé que sea breve, tenga que dejarlo de nuevo como herencia a su sucesor.

Además del caso Eivissa Centre, Robayna también acumula en su despacho de la última planta de los juzgados de Eivissa los papeles del caso Huerta y del caso de El Brujo, entre otros asuntos de gran trascendencia para la isla.

Las razones del juez Torres

El juez Espinosa tuvo que inhibirse tras la interposición de una querella contra él por cohecho y prevaricación presentada por el abogado de Roque López, Andrés Tuells. Después el asunto recayó en manos de Juan Carlos Torres, juez decano de Eivissa, que alegó que su esposa trabaja en el Consell d'Eivissa y que éste está presidido por Xico Tarrés, imputado en su momento por Espinosa a petición del fiscal Antoni Torres. El juez decano de Eivissa, para dejar el caso, argumentó ante la Audiencia Provincial que el hecho de que su mujer trabajara en el Consell d'Eivissa no le permitía mantener su independencia.

En cualquier caso es prácticamente una certeza que Robayna vaya a convertirse tan sólo en un juez más de los que examinarán de forma temporal el caso Eivissa Centre, un asunto cada vez más pesado y que ya cuenta con su primera derivación tras la denuncia por prevaricación y cohecho contra Espinosa y la abogada de Tarrés presentada por Andrés Tuells, letrado del protagonista central de este caso, Roque López, que está haciendo desfilar por los Juzgados, ya sea como testigos o imputados, a una gran cantidad de políticos isleños.

Robayna ha llegado recientemente a la isla en sustitución de Pablo Mendoza, que fue titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Eivissa durante algo más de nueve años y que recientemente se ha incorporado al Juzgado de lo Penal número 21 de Madrid.

La abogada de Xico Tarrés, Ascensión Joaniquet, ha presentado un escrito en el Juzgado de Instrucción número 2 de Eivissa en el que solicita que le sea facilitada la declaración que realizó en Eivissa ante la Sala de lo Civil y lo Penal del TSJ de la ex acreedora de la esposa del juez José Espinosa. Ya no es su acreedora porque, sorprendentemente, el abogado de Roque López, Andrés Tuells, compró a esta mujer la deuda de la mujer del juez. Según dijo recientemente Andrés Tuells, lo hizo para salvaguardar las pruebas de un posible delito. En el primer día de declaraciones ante los magistrados del TSJ, la ex acreedora de la esposa del juez Espinosa reveló que Tuells había comprado la deuda por una cantidad que ronda los 30.000 euros.