El servicio de acompañamiento a mujeres víctimas de violencia de género es una asistencia que está funcionando en Eivissa y Formentera desde el pasado mes de noviembre, de diez de la mañana a ocho de la tarde, y está incluído dentro del servicio telefónico 24 horas del Institut Balear de la Dona (IBD). Se puede acceder a él a través del 112 o del número del IBD 971 77 51 16 y desde todas las islas.

La psicóloga y técnica de acompañamiento a mujeres maltratadas en Eivissa y Formentera Ana María Solano explica que el servicio pretende que la mujer sienta, «no sólo con la cabeza, sino que toda ella, que no está sola, que está acompañada».

Solano añade que estas mujeres que acaban de sufrir una agresión, «aunque haga 6, 8, 24 o 48 horas desde la misma, tienen la cabeza alterada, del revés, y no se enteran muy bien de lo que les dicen porque están muy nerviosas». La mayoría tiene un gran sentimiento de culpa por haber llegado a denunciarlo y sienten vergüenza de que se descubra o se sepa que están viviendo todo eso con su pareja. La psicóloga dijo que en estos casos lo que les suele decir es: «Tú tranquila, yo voy a hacerte de cabeza, yo me enteraré bien de todo lo que me dicen y luego te lo explico tranquilamente».

Desvalimiento

Otra de sus tareas es la de ayudar a las mujeres víctimas de vilencia de género a hacer memoria de lo que ha pasado para que cuando vayan a declarar se centren en lo concreto e importante «porque a veces empiezan a contar cosas que pasaron hace mucho tiempo».

El desconocimiento mayor que Ana María ha detectado en las atenciones que está haciendo «está sobre todo en los juzgados. No saben, están perdidas, están nerviosas, tienen miedo, vergüenza, no entienden los términos», indicó.

Por ejemplo, recordó Solano, el caso de una mujer que ya había denunciado en otras ocasiones y en el momento en el que le ofrecieron el abogado de oficio «que les corresponde y tienen derecho a él», explicó, la mujer rehusó. Decía que ella quería hablar directamente con el juez, que a ella el abogado no le servía para nada. «El juez es quien sabe y quien tiene que decir», decía la mujer. Muchas veces hay mucha ignorancia, aseguró la psicóloga.

En definitiva, para Solano se trata de «apoyar a las víctimas y de utilizar todas las estrategias que como psicóloga, como mujer y como persona tengo. Estoy al 100% de mi capacidad y aprendo cada día a desprenderme de los resultados porque hay mujeres que desgraciadamente se acaban echando atrás», lamentó.

Generalmente las víctimas sienten temor a lo que pueda pasar. Según la psicóloga, «se sienten desvalidas, que se van a quedar en la calle, que no van a poder hacerse cargo de los niños, que las consecuencias serán peores para la relación y algunas no conocen la cantidad de ayudas de las que disponen, ni tan siquiera la orden de alejamiento».

Según Ana María Solano, el servicio intenta que una mujer que supuestamente ha sido agredida esté en todo momento acompañada de otra persona que en este caso es la técnica, «desde que sufre la agresión y tiene que ir a urgencias o al centro de salud hasta que pone la denuncia, va al juzgado a ratificar o al juicio rápido», concretó. Y explicó que ella siempre dice que es «como esa amiga o familiar que te va a acompañar, que te va a dar ánimo, que te va a apoyar o ese hombro en el que llorar si lo necesitas y que tantísima falta hace», aclaró, porque el acompañamiento emocional, según Solano, «que esa mujer se sienta entendida y escuchada por otra mujer es muy importante o fundamental». Muchas de estas mujeres ni tan siquiera tienen claro si quieren denunciar con lo que la fase inicial es valorar ventajas e inconvenientes con ellas, informó la psicóloga.

Derechos económicos. Las mujeres víctimas de violencia de género con especial dificultad para obtener un empleo tienen derecho a ayudas económica específicas siempre que reúnan una serie de requisitos. La cuantía de la ayuda aumenta en caso de que las mujeres o los menores a su cargo tengan reconocido un grado de minusvalía.

Derechos laborales. La ley consagra para las mujeres que son o han sido víctimas de violencia de género una serie de derechos laborales y de seguridad social con la finalidad de que puedan conciliar las obligaciones laborales con las necesidades de protección y recuperación integral además se fomenta la contratación de las que quieran trabajar.

Otros derechos. La legislación comprende, además, el derecho a recibir información y asesoramiento sobre medidas de protección, derechos, ayudas y recursos. El derecho a la asistencia integral pretende hacer real la integridad física y moral de las víctimas. Las mujeres podrán tener también asistencia jurídica inmediata y gratuita en todos los procedimientos.

Estos días son de mucho trabajo para los servicios de acompañamiento y teleasistencia del Institut Balear de la Dona (IBD). «Ahora son días de mucha faena y conforme nos vamos acercando al periodo estival hay muchas más llamadas y por tanto casos», dijo la psicóloga. De hecho va a aumentar el servicio aquí en Eivissa y Formentera a partir del 1 de julio «porque existe la necesidad de que sea 24 horas», explica Ana María Solano.

En cuanto a los factores que pueden influir en el aumento de casos, Solano baraja los cambios de tiempo, «que afectan mucho», la situación económica actual y que «cada vez hay más información y las mujeres se atreven más», señala.

Para Ana María Solano una de las cuestiones más importantes de su labor es informar a estas mujeres que sufren violencia de género sobre el proceso burocrático en el que entran, «porque yo creo que el 99% de ellas, aunque ya hayan tenido denuncias anteriores no han comprendido muy bien cuál es el proceso y cuáles son las ayudas que pueden tener», asegura. «Evidentemente como psicóloga trato de desculpabilizarlas porque tienen vergüenza de reconocer ante un tercero que están sufriendo este tipo de situaciones. Miedo y vergüenza es lo que sienten por encima de todo lo demás», añade.