El tráfico de pasajeros en las Pitiüses sigue hundiéndose y acumula un descenso de la actividad que representa una quinta parte menos que la registrada en 2008. Según los datos de mayo de la Autoritat Portuària de Balears (APB), Vila y la Savina habían acumulado en los cinco primeros meses del ejercicio algo más de 391.500 usuarios, cifra que se situaba en unas 86.800 personas por debajo que la cifra registrada en el mismo periodo del pasado año.

Si este resultado es preocupante, lo es más todavía si se tienen en cuenta por separado los registros de mayo. El teórico primer mes de plena temporada turística registró 126.600 pasajeros, una cifra muy por debajo de los 160.500 que se consiguieron 12 meses antes.

Por tipo de tráfico de pasaje, las conexiones entre las Pitiüses son las que soportan un mayor descenso en cifras absolutas pero, dado su mayor peso en el cómputo total, proporcionalmente presentan una caída ligeramente menos acusada. En cinco meses, los trayectos entre Eivissa y Formentera han transportado a 236.000 pasajeros, 46.300 usuarios menos. En el caso concreto de mayo, la reducción fue de 25.500 personas, lo que dejó el total de usuarios en 72.500.

Los movimientos de pasaje con o desde puertos peninsulares y Palma sufrieron igualmente la crisis de forma harto acusada. En el periodo enero-mayo se registraron 155.500 usuarios, mientras que en el mismo lapso de tiempo en 2008 se rozaron los 196.000.

Más mercancías

A pesar de que los datos sobre movimientos de pasajeros (estrechamente vinculados a la llegada de turistas, especialmente a partir de abril) reflejan una importante caída de la actividad y de que todos los sectores económicos evidencia el impacto de la crisis, el transporte de mercancías en general desafía la que parecería la tendencia lógica y, en lugar de descender, crece.

En concreto, lo hace en un 8% en el caso de Vila y en un 9% en el de la Savina. Entre enero y mayo, en el primero de estos dos puertos se gestionaron 555.500 toneladas de mercaderías, 42.500 más que el mismo periodo del pasado año. En el caso de la estación marítima de Formentera, por sus instalaciones pasaron 75.800 toneladas, una cifra que supone unas 6.000 toneladas más que un año antes.

Estas cifras de movimiento de materiales se refieren a productos elaborados. Para conocer el conjunto de actividad de transporte comercial hay que sumar las cifras de movimiento de graneles, tanto líquidos como sólidos.

En ambos casos se produce un resultado negativo en comparación con el lapso enero-mayo de 2008, si bien en el caso del primero se trata de una reducción ligera, de apenas un 5%; mientras que en el segundo indicador se produce una caída de más del 50%.

En cifras concretas, los graneles líquidos (donde los combustibles son mayoría, por no decir que tienen un caracter exclusivo) sumaron 109.000 toneladas por las 114.400 de los primeros cinco meses de 2008. En el caso de los sólidos (un buen indicador de la actividad constructiva al incluir los áridos de uso en las obras), se ha pasado de las 120.200 toneladas del pasado año a las 58.400 de este.

En éste último apartado cabe destacar que la caída obedece a la redución a más de la mitad de la gestión de materiales en el puerto de Vila. En Formentera, en cambio, se ha casi cuadruplicado el trajín de materiales al pasar de 2.060 a 7.359 toneladas.

Si el movimiento de pasajeros de línea regular cayó de forma importante hasta mayo, la llegada de turistas en crucero ha seguido una senda alcista desde principios de año a pesar de que el número total de buques de este tipo ha caído ligeramente. Entre enero y mayo arribaron o partieron desde Vila 34.500 cruceristas. En el mismo periodo del pasado año la cifra se situó en 19.100 personas. Los guarismos positivos no se repiten en Formentera aunque su reducido número hace que en el cómputo de las Pitiüses el descenso de la Savina sea poco significativo. Así, se pasó de 557 cruceristas en los cinco primeros meses de 2008 a los 490 de este.