La temporada ha empezado «muy floja» en Santa Eulària, es una afirmación en la que están de acuerdo vecinos, comerciantes y políticos del municipio. Aseguran que están llegando menos turistas que otros años y que los que vienen lo hacen con poco dinero para gastar por lo que «miran mucho, pero no consumen». Todos aluden a la bajada en las ventas (que cifran entre el 30 y el 80 por ciento), al poco trabajo que hay y a que algunos empresarios han tenido incluso que dar vacaciones a sus trabajadores para ahorrárselas ante la falta de faena. La mayoría habla del invierno con temor y explica que si la temporada se reduce a dos meses, como todo apunta a ello, el invierno puede ser muy crudo para algunos trabajadores que no hayan ganado ni cotizado lo suficiente para afrontar los meses de frío.

En cuanto a las causas, la mayoría de los encuestados a pie de playa opina que se debe a la crisis económica que estamos viviendo a nivel global, pero las opiniones se diversifican si atienden al modo en que se podían haber evitado los efectos de esta crisis. Por un lado, los hay que opinan que se podrían haber evitado mejorando las labores de promoción y ampliándolas hacia otros mercados, como el concejal socialista Jose Luis Pardo o el empresario César Jerez, que propone, además, crear algún tipo de oferta de ocio dirigida a la gente joven para no cerrarse a un solo tipo de turismo.

Otros, como Manuel Moreno, Jose Luis Rubio y la propia concejala de Turismo, Carmen Ferrer, opinan que uno de los problemas fundamentales que todavía está por resolver en Eivissa es el del transporte. Hablan de la importancia que tiene abaratar los costes de los vuelos y viajes en barco para que el turismo, sobre todo nacional, pueda acceder a la Isla.

Manuel Moreno cuenta, además, el ejemplo de familiares que prefieren quedarse en la Comunidad Valenciana una semana de vacaciones, por el precio que les cuesta tan sólo el viaje para venir a Eivissa.

También los hay que achacan gran parte de la bajada en las ventas al 'todo incluido' ya que dicen que «en lugares como República Dominicana se puede hacer porque carecen de oferta complementaria, pero aquí es matar al pueblo para que vivan los hoteleros que en muchos casos son de cadenas internacionales», asegura el artesano Antonio Rubio. Jurgen, residente en la isla desde hace 36 años y camarero, es más rotundo, afirma que «lo único que está hundiendo a la isla es el todo incluido y si lo siguen haciendo la Eivissa se irá a pique».

Tocar fondo

En cuanto a las previsiones de futuro, también hay opiniones para todos los gustos, hay quien opina, como el restaurador Germán Córcoles, que las posibilidades de mejora son nulas y que cuanto antes se toque fondo mejor, para poder ir poco a poco recuperando una buena situación. Mando Hof, artesano desde hace más de cinco años en Santa Eulària y es Canar cree que se trata de un bache que no tardará en pasar y que como han estado ganando mucho dinero durante mucho tiempo, ahora pueden hacerle frente a la situación, al menos de momento. Aunque Hof reconoce que quienes gastaron todo lo que ganaron pueden estar pasando malos momentos.

Y hay opiniones más optimistas como la de la concejala, Carmen Ferrer, que aunque reconoce que están atravesando por una situación complicada, cree que estar apostando y haber invertido en un producto de calidad, tanto desde el Consistorio como desde los empresarios, les va a reportar beneficios en un futuro no muy lejano y que saldrán «a flote reforzados», asegura Ferrer.

En lo que se vuelven a poner de acuerdo unos y otros es en que el municipio, y en general Eivissa, vive del turismo con lo que lo adecuado sería invertir en mejorar y crear servicios que consigan afianzar a los habituales que visitan la Isla y atraer a otros nuevos.