Castillos hinchables, lucha con palos de goma, el toro, colchonetas y teatro es lo que se puede encontrar desde ayer hasta mañana en el Boulevard Abel Matutes con motivo de las Festes de la Terra.

Ayer, primera jornada infantil. Mientras decenas de niños se divertían saltando dentro de los castillos hinchables, otros muchos disfrutaban del teatro a cargo de Teatralia. Con Monsieur Pompom como maestro de ceremonias, los payasos y las bailarinas iban apareciendo en el escenario para el deleite de los niños, que reían al son de las palabras de Pompom.

El primer número, para el que se necesitaron voluntarios del público, hizo que los niños se revolucionasen para ser los escogidos del payaso. Finalmente, Julianna y Naiara fueron las encargadas de ayudar al artista con su espectáculo, que contó con leones y juegos de magia entre otras actividades.

Los títeres, la especialidad teatral del grupo, fueron la actividad preferida entre los niños y padres, que también sonreían viendo la alegría de sus hijos. Ana, madre de Juan, comentaba: «Mejor que estén aquí aprendiendo algo que en la calle sin hacer nada. El teatro es lo mejor, nos reímos y las representaciones son, además, muy originales».

La colorida ayudante Pompita caminando por la cuerda floja (una cuerda puesta sobre el suelo) hizo las delicias de los pequeños, que reían viendo el absurdo número.

En el otro extremo del boulevard, los niños con más edad preferían las camas o los castillos hinchables, donde no paraban de saltar, gritar y cantar.

Pablo, un niño de siete años, le decía a su madre: «Yo quiero montarme en el toro, pero no está encendido». A lo que su amigo Miguel respondía: «No, el toro es para los papás, que tiene mucha fuerza».

Marina Bonet