Los asistentes disfrutaron mucho jugando con flotadores, pistolas de agua o manguitos, mientras unos chorros de agua llenaban la pista, en la que no se dejaba de bailar. Foto: MARCO TORRES

Patricia y Laura son dos amigas de Sant Antoni que acuden a la fiesta del agua diurna de la discoteca Es Paradis desde hace cuatro años: «Nos encanta porque hay muy buen ambiente y es un punto de encuentro con personas de Eivissa que a lo mejor hace meses que no ves», cuenta Laura, quien al tiempo que habla señala su pierna derecha para mostrar unos originales manguitos que forman parte de su equipamiento para quizá una de las fiestas más esperadas del verano. A este complemento suman pistolas de agua, flotadores, gafas y una práctica funda de plástico: «Para que no se mojen las llaves del coche, el tabaco y el teléfono móvil», cuenta Patricia.

«Este año celebramos el 34 aniversario de esta fiesta del agua, que en su momento empezó más como un encuentro familiar, entre amigos. Con los años estos amigos se han ido multiplicando», cuenta Pepe Aguirre, co propietario de la discoteca con su hija, Marisol: «Es una fiesta sencilla, para la gente de Eivissa, que permite a los trabajadores disfrutar de una fiesta del agua de día y en domingo, así es más fácil que vengan y se lo pasen bien».

Davinia, Giomar, Juan, Michel y José son otro grupo de amigos que repite fiesta este año: «Este año venimos equipados con pistolas de agua, gafas de sol y collares hawaianos para poner un toque de color», cuenta Davinia. Para el catalán Claudio Mora fue su primera fiesta del agua diurna: «Me encanta porque estoy comprobando que también se puede ir de fiesta de día».

María José Real