El propietario del Café Mambo, Javier Anadón, recurrirá la sanción que de 40.000 euros que le impuso el Ayuntamiento de Sant Antoni por una infracción grave de emisión de ruidos y contaminación acústica.

Anadón alegará que la medición estuvo «mal hecha» ya que en el momento de realizar la sonometría en la vivienda que denunció las molestias, «el bar de al lado quitó la música, por lo tanto no es válida, porque hay que dejar el ruido como estaba», explicó el empresario, para quien la sanción, la más cara de la historia en el municipio y en la isla, «es exagerada».

El empresario defendió también que su bar «siempre ha sido respetuoso con los vecinos, es limpio y con buena gente» así como también destacó que no hace ni «pubcrowls ni todo incluido» «Es un ejemplo para Sant Antoni», destacó.

Por otra parte, aunque reconoció que la música estaba «un poquito alta», indicó que este año no había tenido «ninguna denuncia de la policía». «He tenido multas hace años, pero pequeñas, mínimas», destacó.

Cabe recordar que el Ayuntamiento de Sant Antoni multó a Anadón con 40.000 euros de sanción después de hacer una sonometría en la habitación de vivienda cercana al bar, que dio como resultado un exceso en el volumen de la música de 19 decibelios sobre los 30 permitidos. La medición se realizó antes de la medianoche y fue llevada a cabo por una empresa externa al Ayuntamiento para mayor seguridad y para evitar acusaciones de manipulación, según indicaron desde Sant Antoni.

La infracción está tipificada como «muy grave» según la legislación en la que se basa el Consistorio como son la Ley 1/2007 contra la contaminación acústica de les Illes Balears y el Decreto 20/1987 sobre protección del medio ambiente contra la contaminación de ruidos y vibraciones.

«Soy un empresario que quiere a Sant Antoni y lo demuestra», destacó Anadón, que quiso destacar también que sus «locales están entre los mejores». «Por eso invito a todo el pueblo a que se de una vuelta por el bar, para que vean que es lugar limpio y con buena gente», agregó el empresario, sobre el establecimiento que tiene en la zona de ocio de ses Variades y que acaba de ser multado por contaminación acústica.

Por último, cabe recordar que el Consistorio también ha impuesto varias multas de 800 euros a otros propietarios de locales, por superar en hasta cinco decibelios el nivel de ruido permitido, lo que, según la legislación, implica una sanción leve.