Cuando vienes a Ses Canyes más de dos veces dejas de ser un simple cliente para ser un amigo», comenta Rodrigo Sanz, cliente habitual de esta cafetería desde que reside en Eivissa hace un año y medio. «Soy incondicional en este sitio por el trato», añade este profesor de autoescuela mientras Elena González le sirve, como casi siempre, un americano con hielo.

El ibicenco Armando Ferrer es el propietario de este establecimiento desde hace algo más de seis años. Él y la cafetería son muy populares entre los ibicencos de Vila.

Además de por el trato personalizado, los clientes, convertidos en «amigos», también acuden a esta agradable cafetería por sus tapas y bocadillos. «Aquí puedes venir a comer, ya que tenemos plato del día, y tapas, o también a tomar algo con los amigos ya por la noche», explica González. Las ensaladas a un precio de 8 euros son uno de sus atractivos. «Por una ensalada mixta te cobran lo mismo o más en un restaurante y éstas en cambio son muy completas», añade esta camarera que trabaja desde hace dos años en este bar.

Una de las tapas, a un precio razonable, que más atrae a la gente son las croquetas caseras de pollo. «Están enganchados a las croquetas y hay clientes que vienen siempre a comerlas», explica González.

También ofrece desayunos completos. Un zumo natural de naranja, café con leche y la tradicional tostada con tomate, cuestan en este local tan sólo cinco euros.

Ésta es tan sólo una de las opciones que permiten pasar la crisis con más gloria que pena. Pasar un día por el centro de la ciudad no implica necesariamente que haya pagar un precio elevado por un servicio de buena calidad.