Tras la misa solemne tuvo lugar la procesión, que recorrió las principales calles del pueblo; por la noche hubo música. Foto: IRENE G. RUIZ

Aproximadamente a las siete de la tarde de ayer comenzó la presentación de la misa coral de Vicent Ribas oficiada por el obispo Vicente Juan Segura, conmemorando al patrón de Sant Agustí por sus fiestas patronales.

Numerosas personas, entre los que se encontraban residentes y turistas curiosos, observabaron la misa y se conmocionaron por la bella música del coro. Una hora después se inició la tradicional procesión de los santos, que salieron de la Iglesia uno a uno al tiempo que sonaban las campanas. El desfile de santos fue acompañado por la música de Sa Colla des Vedrà en el rodeo que dieron por las calles de Sant Agustí para después retornar a la plaça Major, más conocida como la plaza de la Iglesia. A Vicent, un ibicenco que año tras año acude a la fiesta de Sant Agustí, lo que más le gustó fue cuando salieron los santos de la Iglesia: «Es algo que siempre procuro venir a ver, independientemente de que acuda a la misa o no. Hoy está todo lleno de gente, no cabe nadie más en la iglesia», a lo que añadió: «Realmente ver a todas las personas juntas es lo bonito de venir aquí». Un momento acabada la procesión, Sa Colla des Vedrà bailó ball pagés delante de muchas personas que casi no cabían en la plaza Major. A golpe de tambor salieron las parejas de todas las edades mostrando parte del folclore ibicenco. Catalina, otra ibicenca que siguió el baile mientras comía las 'orelletes' que repartían gratis para todos, afirmó que se sentía muy emocionada por la misa, la procesión y el ambiente: «Siempre que puedo vengo para quedarme en el día del patrón de Sant Agustí. Además, la misa especial ha sido conmovedora, había gente que hasta se le han escapado las lágrimas... Lo mejor es la unión que se crea al estar todos reunidos». Àngela Real