Fernando Areal Montesinos fue el cuarto gerente que tuvo Jaume Matas desde que éste accedió a la presidencia regional del Partido Popular en 1999, cargo de la máxima confianza dentro de la organización interna de la formación política de los conservadores al que accedió a finales de 2002 en sustitución de Antoni López.

Cuando Matas alcanza la presidencia del PP balear en 1999 mantiene, durante unos meses, a Llorenç Oliver como gerente del partido, puesto que pasa a ocupar el actual concejal del Ajuntament de Palma Segismundo Morey. Morey se hace cargo de la gerencia hasta que en 2001 Jaume Matas es nombrado ministro de Medio Ambiente por José María Aznar.

El acceso de Segismundo Morey como responsable de la sede en Balears de la Fundación para la Biodiversidad, organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, provoca la tercera sustitución del cargo de gerente del Partido Popular. A partir de entonces es Antoni López el que se pone al frente de la gestión del PP en las Islas, período que se prolonga hasta finales de 2002, cuando siendo todavía ministro Jaume Matas nombra a su cuñado, Fernando Areal, gerente del partido. Areal cubrirá todo el último tramo de la presidencia de Jaume Matas al frente del Partido Popular en Balears, el cual comprende dos procesos electorales, los correspondientes a los años 2003 y 2007. Además, Fernando Areal estrenó el cargo de gerente en la Fundación Antoni Maura, también vinculada al Partido Popular durante el mismo cuatrienio.Tras el último congreso regional, en el que Rosa Estaràs fue elegida nueva presidenta, Areal dejó el cargo de gerente para reincorporarse a su plaza en una entidad financiera valenciana y fue sustituido por Antònia Estarellas. Fernando Areal deberá comparecer el próximo lunes ante el juez instructor del 'caso Palma Arena', José Castro, para aclarar unos pagos sin facturación por importe de más de 70.000 euros a la agencia de publicidad Nimbus, que participó en la última campaña electoral del PP en Balears y fue una de las principales beneficiarias de los contratos publicitarios del velódromo Palma Arena. Los investigadores sospechan que parte de estos pagos podrían haber encubierto la financiación de parte de la campaña electoral del PP en 2007.