Una bella voz sonaba por toda la plaza de Jesús. Era un niño de 9 años el que cantaba Jo tenc una enamorada, una canción muy tradicional ibicenca. «Me encanta cantar siempre y hago canto coral. Vivo en Barcelona pero vengo con mi familia siempre a Eivissa de vacaciones y me lo paso muy bien en las fiestas de Jesús», comentó Marcial. Junto a él otros niños cantaban también canciones populares en el primer día de las fiestas de Jesús, en la que no faltó una muestra de ball pagés, juegos infantiles, buena comida y una magnífica muestra de artesanía durante la tarde noche de ayer. Muchos niños se divertieron con los castillos hinchables, jugando a las 'cinc pedretes', saltando a la comba, haciendo carreras de sacos y con los bolos.

Tampoco faltó la tradicional y cuidada artesanía, resultado de la dedicación de artesanos de todos los pueblos de Eivissa que no quisieron faltar al extenso mercadillo. Espardenyes, floütas (flauta tradicional ibicenca), tambores, cestos de caña de olivo, botones de hilo, fundas para que se mantengan frescas las botellas de vidrio y una larga lista de la artesanía más ibicenca, estaban en los puestos de todos los artesanos que asistieron. «Para mí, juntarme con mis compañeros y poder compartir experiencias con todos es muy especial», explicó Cristina, vicepresidenta de la asociación de Es Retorn, a lo que añadió: «Mercadillos artesanales como éste recuperan algo que se está perdiendo cada vez más. Hay que seguir haciendo artesanía tradicional ibicenca».

Entre juegos, comida y canciones, se tenía previsto una actuación muy espontánea de ball pagés, donde todo aquél que se animara podría participar junto a la Colla de s'Horta.

Àngela Real