Uno de los artesanos confeccionando un cesto. Foto: MARCO TORRES

Sonaban de fondo los temas de Projecte Mut, banda que actuaría horas más tarde sobre el escenario. Allí, los integrantes del grupo hacían la prueba de sonido para que todo estuviera listo para la actuación. Mientras, decenas de artesanos no dejaban ni un segundo sus tareas que iban desde colocar el puesto, continuar, por ejemplo, confeccionando un cesto de esparto o atender a los que querían adquirir alguno de los productos.

Las mujeres del Club de Artesanos de Sant Antoni prepararon para la feria dulces caseros, pan con sobrasada, empanadillas y cocas que vendían a dos euros. Muchos no pudieron resistirse y decidieron merendar allí mismo. Además de artesanía, también había productos de la huerta traídos de Can Suldat, de donde procedían los más de 500 kilos de sandía que se iban repartir de forma gratuita. Aunque hubo que esperar a cerca de las nueve y media de la noche para poder degustar este manjar veraniego.

También hubo un taller impartido por Pep Saliner para que los más curiosos aprendieran cómo se práctica el tir amb bassetja.

Para completar la tarde de tradición y una vez que hubieron terminado los músicos de Projecte Mut se dejó paso a los ritmos y pasos payeses.