La presidenta del Consell de Mallorca y del PSOE insular, Francina Armengol, se prepara para gobernar sin Unió Mallorquina (UM), cuyos cargos oficializaron ayer su dimisión, pero mantiene abiertas todas las puertas y hasta se niega a aceptar que el partido insularista haya roto el pacto que, en 2007, dio al PSOE las principales instituciones de Balears.

Armengol, que ayer recibió el apoyo de Francesc Antich y Aina Calvo, dijo que «UM ha actuado de forma unilateral», consideró que se había precipitado y defendió que no existía ninguna razón para tomar una medida tan drástica.

La presidenta del Consell aún no ha tenido ocasión de reunirse con ningún dirigente de UM (pese a que sí conversó por teléfono con su presidente Miquel Àngel Flaquer) y, por ese motivo, afirmó que hoy intentará concertar una reunión tras el pleno de esta mañana para «conocer de primera mano cuáles son las diferencias que les separan».

Tanto en declaraciones a los medios, como en la reunión de la Ejecutiva del PSOE Mallorca (a la que asistió Francesc Antich), Armengol insistió en que si UM da por roto el pacto, estará dando también por roto el pacto del Govern balear «pues es el mismo».

«Esperaré a que UM reconsidere su salida del gobierno del Consell y, si no es así, tendré que remodelar el equipo», dijo.