Menos hoteles abiertos, más a repartir entre quienes siguen operando. Esta sencilla lógica explica el ligero repunte en la ocupación hotelera en las Pitiüses, cifrado en 1,16 puntos, registrado en la primera mitad de mes. El dato final, según la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera (Fehif), refleja que la ocupación promedio se situó en un 47,58% frente al 46,42% del mismo periodo del pasado año.

Lo que a simple vista podría interpretarse como una buena noticia, una de las pocas que han alegrado la existencia del sector esta temporada, debe interpretarse en un contexto en el que se ha anticipado el cierre de numerosos hoteles, con la consiguiente reducción de la oferta abierta, que es sobre la que se realizan los porcentajes y no sobre el total existente, advierte el presidente de la patronal, Juanjo Riera.

«El pasado año, un 50% de los hoteles cerraron sus puertas el día 15 de octubre; en este año, en cambio, el día 5 cesaron su actividad el 60% del total», explica. «En consecuencia, estamos hablando de que, sobre una planta global de unas 80.000 plazas hoteleras, el pasado año cerraron unas 40.000, mientras que este año lo han hecho unas 48.000», añadió.

La estadística de las Pitiüses muestra un resultado positivo en su conjunto que, en el análisis por zonas, sólo se repite en Vila y su área de influencia, que crece 12,12 puntos porcentuales hasta llegar al 50,56%.

En el resto de áreas, Santa Eulària presenta el mejor porcentaje (55,59%), a pesar de bajar en 1,13 puntos. La zona Norte (Sant Joan), también cae ligeramente (1,94), hasta el 49,74%. Formentera también aguanta el tipo moderadamente bien, con un descenso de 3,32 puntos hasta el 40,65%.

Por contra, Sant Antoni y Sant Josep bajan en más de siete puntos, hasta el 35,8% y el 41,6%, respectivamente.

Los buenos resultados de Vila y de Santa Eulària se explican, en buena parte, por las particularidades del calendario de Reino Unido y Alemania, así como la búsqueda de la isla más tranquila de los mayores de estos dos países.

«Las zonas que mejor aguantan lo hacen, en buena medida, gracias al mercado alemán. Lo hacen aprovechándose de que en octubre hay vacaciones escolares en diferentes zonas de Alemania y Reino Unido», explicó Riera. «Es muy importante que, en septiembre y octubre, hay mucha gente mayor, alrededor de la edad de jubilación, que quiere más tranquilidad, aprovechar el buen tiempo y también el precio», añadió.

Dicho público, que en el caso de Santa Eulària configura en buena medida el cliente repetidor que viene al inicio y al final de la temporada, también suele reservar estancias más largas.