El Consell quiere que el Govern balear incluya en sus presupuestos para 2010 un total de 4,7 millones de euros pertenecientes al convenio de carreteras para Eivissa. Esta cantidad servirá para poder comenzar las obras del primer cinturón de Vila y el primer tramo de la carretera de ses Salines.

El Govern tenía previsto aportar tres millones de euros al Consell durante 2009 por el convenio de carreteras. Sin embargo, esta cantidad nunca llegó, con lo que la institución insular ha reclamado que el Ejecutivo autonómico aporte 4,7 millones en 2010 y otros 4,7 en 2011 en compensación. El conseller de Mobilitat, Albert Prats, lamenta que el Govern no haya cumplido sus compromisos durante 2009. «Han fallado y ya nos hemos quejado muy duramente ante el Govern porque como no se ha firmado no se ha podido ejecutar nada», explicó Prats, que indicó que para poder iniciar estos proyectos necesitan tener la firma del convenio y la consignación de la partida en los presupuestos. «Nos han dicho que esta partida de 4,7 millones se incluye en las cuentas, pero a veces no está con la etiqueta y el nombre que toca y lo tenemos que clarificar», añadió.

Plazos

Los técnicos están a punto de terminar la redacción de los anteproyectos de la carretera de ses Salines y del primer cinturón. De hecho, el Consell ya está sacando a concurso la redacción del proyecto constructivo. Por eso, el conseller calcula que si los 4,7 millones llegan en 2010 ambas obras podrían comenzar a tramitarse pronto y empezar en la segunda mitad de 2010 o a principios de 2011.

En el caso del primer cinturón de ronda, cuyo primer tramo tiene un coste de 8,9 millones de euros, la tramitación ambiental es mínima por tratarse de una zona urbana, con lo que se podría comenzar de forma relativamente rápida.

El primer tramo de la carretera de ses Salines tiene un coste muy reducido, de tan sólo 700.000 euros. «No queremos urbanizar ses Salines, tan sólo queremos ordenar los lugares donde aparcar; la obra comprende el tramo situado entre los estanques hasta la playa de ses Salines», explicó Albert Prats, que cree que lo «más urgente» es comenzar por esta zona para evitar que los coches puedan subirse a las rotondas o a las cunetas para aparcar. En este primer tramo también se incluirá un carril bici. De hecho, el proyecto entero lo incluye porque aunque al principio se temía que el hecho de los estanques fuera un problema para colocar este vial, el conseller explicó que será un carril «muy ajustado». Además, en el caso del tramo final hasta la playa se utilizará el camino paralelo existente.

En cualquier caso, lo único que se podrá comenzar el año que viene son los primeros tramos de estas dos vías, que son los más urgentes. En el caso del primer cinturón, por ejemplo, se acometerá toda la zona de la comisaría de Policía y de Can Misses, que es por donde más cruzan los peatones. En años posteriores el Consell «seguirá batallando» para conseguir financiación y poder acabar ambos proyectos, que tienen costes muy elevados. El de ses Salines cuesta 20 millones y el de la primera ronda 30. «Equivalen a un nuevo convenio de carreteras», remarcó Prats.

El Consell tenía previsto utilizar parte del convenio de carreteras para transporte público. Finalmente no lo hará porque cree que las necesidades se podrán cubrir con los 450.000 euros del convenio de 2010 y una partida extra de 1,5 millones que están reivindicando. Además, contarán con parte del dinero del convenio de 450.000 euros con el Govern de 2009, que el Ejecutivo abona en diciembre. «No es que haya menos necesidades en transporte, pero entre destinar dos millones más a transporte y poder hacer lo de ses Salines, que es muy urgente, hemos optado por reequilibrar las partidas», aseguró Prats, que indicó que el año que viene habrá más dinero para transporte que este.

En el futuro se podrá llegar desde Eivissa hasta ses Salines en bicicleta circulando por un carril bici. Según explicó Albert Prats, el Ayuntamiento de Vila está a punto de comenzar las obras para hacer un tramo de carril bici en la zona del cementerio viejo. Desde allí y hasta el inicio de la carretera de ses Salines se puede conectar por el camino viejo de Sant Jordi y por la autovía en su parte sur. En este último caso se utilizaría la franja de dominio público de la autovía, ya que hay media docena de metros libres. De ahí conectaría ya con la carretera de ses Salines, que incorpora en su proyecto también un carril bici. Prats indicó que lo más sencillo es habilitar el trozo de la autovía, donde sólo haría falta asfaltar un trozo y pintar un carril bici en el camino viejo de ses Salines.

Albert Prats indicó que es posible colocar carriles bici en las autovías y el Govern balear ya les ha dicho que es factible.