Con un currículum que avala sus conocimientos como secretario de la Asociación Internacional de Oficiales Radioelectrónicos, experto en el Sistema Mundial de Socorro y su presencia como ponente en la Comisión de Investigación del accidente del Prestige, Antón Salgado Clavo forma parte desde hace unos años de un grupo multidisciplinar y no gubernamental de especialistas del Sistema Mundial de Socorro que lo conforman oficiales radioeléctricos en su mayoría, capitanes, jefes de máquinas, gente de pesca, periodistas, diputados, ecologistas, etc. Este grupo se ha puesto a disposición de la sociedad para investigar, de modo paralelo a la administración, los accidentes marítimos y así lo han hecho con el caso del 'Don Pedro'. «Nosotros ya realizamos una investigación sobre este accidente en el momento oportuno y al leer el recién conocido informe del Ministerio de Fomento creemos que en él hay cosas inconcebibles», afirma Salgado.

Para este experto, lo más destacado es que los datos en los que se basa el informe del Ministerio están obsoletos «porque se basan en una orden ministerial de 2001 cuando hay un Real Decreto de 2008 por el que nace la nueva comisión de investigación de siniestros marítimos aparentemente externalizada y con representantes del sector marítimo ajenos a la Dirección General de la Marina Mercante». El experto concluye en que «lo que han hecho desde Fomento es blindar las presuntas irregularidades de la propia administracion marítima».

Avisos

Por un lado, Salgado apunta a que si en el informe se aportan imágenes del sistema automático de identificación de buques, donde se muestra que el barco estaba perfectamente controlado, «¿por qué nadie alertó al capitán de que iba rumbo a la colisión?»

Este experto considera, por otra parte, que si dos miembros de la tripulación estuvieron en el agua durante un periodo de tiempo fue porque en las aguas aparecieron un container y una balsa salvavidas que no se abrió. Salgado se pregunta el motivo por el que falló este dispositivo de emergencia.

Otra cuestión que le llama la atención a este grupo de expertos es que cuando el barco encayó se produjo un accidente grave y cuando naufragó, uno muy grave. ¿Quién dio la orden para que un remolcador de la Autoridad Portuaria tirara de las agujas en las que quedó encayado?, se pregunta Antón Salgado quien resuelve en que «tuvo que ser el capitán marítimo el que dio la orden, pero ese barco debió de permanecer allí asentado ya que no suponía ningún peligro ni provocaba contaminación».

Por último, Salgado considera que el 'Don Pedro' debía de haber llevado una caja negra «y en el informe no se habla de ella, no se sabe si se recuperó o no. Esa caja debía de llevar una batería que debería de estar emitiendo una señal para identificarla. Creo recordar que se dijo que el barco no llevaba caja negra, pero tenía que llevarla».

Como fruto de la investigación que ha llevado a cabo este grupo de expertos, Antón Salgado Clavo informa de que han detectado que el «buque 'Don Pedro' sigue navegando por las aguas, ya que la Dirección General de la Marina Mercante no ha dado de baja a este barco en el Sistema Mundial de Socorro». Para Salgado se trata de un grave error, «éstos son los que investigan y encima dan recomendaciones al resto», exclama.

Otra presunta o aparente irregularidad es, según ese experto, que el capitán no emitiera en ningún momento el preceptivo Mayday, «retrasando así la activación del Plan Nacional de Contingencias». Plan, que, por otro lado, y según este grupo de expertos, fue un «auténtico éxito cómo se activó en tiempo y forma en Eivissa». Una vez se dio el aviso, en cuestión de muy poco tiempo llegaron los remolcadores y las barreras.

Antón Salgado Clavo considera que son muchos los factores que intervienen en un accidente marítimo y que, «por desgracia», la responsabilidad del factor humano «siempre recae en la persona que está en el puente y en el barco porque está cansado». Antón se plantea «¿por qué un capitán está cansado?» y concluye en que la administración permite que haya un tipo de tripulaciones mínimas, muy ajustadas en las que nadie descansa y las consecuencias son «accidentes graves, muy graves, episodios de contaminación marítima, pérdida de vidas humanas y un montón de cosas más».

Salgado acepta el factor humano como causa del accidente, «pero en tierra, en puertos clave y en la mar» y exige responsabilidades a la Dirección General de la Marina Mercante.