El Ayuntamiento de Sant Josep quiere que el Consell d'Eivissa o el Govern ofrezcan una solución para las áreas ya construidas y urbanizadas de Platja d'en Bossa y Cala Tarida que se han convertido en suelo rústico debido a una sentencia. La dificultad práctica más inmediata de todas estas áreas es que los edificios quedan fuera de ordenación y el Ayuntamiento no puede dar licencias en caso de que haya que arreglarlos. Además, el Consistorio no quiere hacer frente a ninguna indemnización económica que pidan los propietarios.

Este problema, que ya se viene arrastrando desde hace algún tiempo, surgió a raíz de una sentencia de diciembre de 2008, que dejó como rústicos algunos terrenos de Platja d'en Bossa, Cala Tarida y ses Variades. En principio desde el Consell y desde el Ayuntamiento pensaban que los suelos ya construidos, como los de Platja d'en Bossa y de Cala Tarida, donde hay innumerables hoteles, apartamentos y casas, quedarían igualmente como urbanos, pero el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) desmontó esta interpretación. El problema es que el Plan Territorial Insular (PTI) aprobado por el PP incluyó estas zonas como urbanizables cuando en realidad tendría que haberlas dejado como rústicas. En ese momento, los progresistas lo criticaron porque consideraban que se trataba de un trato de favor hacia propietarios como Matutes, que tiene la mayoría de terrenos de Platja d'en Bossa que ahora se han convertido en rústicos.

Fuera de planeamiento

El concejal de Urbanismo de Sant Josep, Josep Antoni Prats, explicó ayer que en las Normas Subsidiarias lo que han hecho es dejar estas zonas fuera de planeamiento a la espera de lo que diga el PTI. De esta forma, quedan como áreas pendientes de incorporación. «Nos encontramos con una situación poco lógica porque estas zonas están edificadas y tienen calles, pero ahora son rústicas protegidas; nosotros somos ecologistas y pensamos que se tienen que defender los valores naturales, pero no una calle o un hotel, esto no tiene por qué ser un suelo rústico protegido», insistió Prats, que indicó que o bien se tiene que legalizar esta situación para que pueda ser considerado suelo urbano o bien se tienen que tomar medidas respecto a las consecuencias económicas que pueda tener que asumir el Ayuntamiento.

En cualquier caso, el concejal piensa que es algo que tienen hacer desde el Consell o desde el Govern vía ley. «El Govern si tuviera voluntad podría hacer una ley y con esto, evidentemente, no queremos que se haga una amnistía porque si hubo gente que actuó mal en su día que lo pague; tampoco quiere decir que se edifique ni un metro más», aclaró Prats, que no discute la sentencia, pero quiere que se dé una solución para que el Ayuntamiento no se vea perjudicado.

Otras fuentes explicaron que esta modificación podría incluirse en la ley del suelo. En su día también se planteó incluirla en los decretos de la semana pasada, pero finalmente no se hizo porque el tema no se había madurado todavía lo suficiente.

La asamblea de ExC de Sant Josep propuso aprobar una resolución para que se haga una ley que clasifique como urbanas las zonas ya edificadas de Platja d'en Bossa o Cala Tarida o que el Govern ofrezca garantías y asuma las indemnizaciones que habría que pagar en caso de que no se consideraran urbanas. Sin embargo, la asamblea general de Eivissa pel Canvi decidió no aprobar este punto. «Hay gente que quizás piensa que no se tiene que arreglar», indicó Prats, que insiste en que no quieren hacer ninguna amnistía, simplemente arreglar un problema que existe y que puede tener consecuencias económicas para el Ayuntamiento. Sin embargo, desde otros sectores progresistas piensan que esto puede interpretarse como urbanismo a la carta o para favorecer a Matutes.