El pacto de gobierno de Balears, que afecta al Govern balear, Consell de Mallorca y Ajuntament de Palma, se mantendrá prácticamente sobre los mismos mimbres del acuerdo de 2007 pero incluirá unos 'códigos éticos' que obligarán a los distintos partidos y que, entre otras cuestiones, impedirá que políticos imputados sobre los que pesen indicios claros de delito, medidas cautelares o juicio señalado tendrán que dejar su cargo. Eso es lo que se empezó a pactar anoche en el Consolat de la Mar, que ayer vivió una jornada constante de idas y venidas, todos los partidos del Govern. El PP optó por quedarse fuera y José Ramón Bauzá, con el apoyo unánime de su Ejecutiva, no acudió a la cita con Francesc Antich.

 

Los flecos del acuerdo, aún no cerrado y que terminarán de perfilarse hoy o en los próximos días, también contemplan la aprobación de una serie de leyes y unas nuevas bases para 'restablecer la confianza' y la estabilidad. De momento, los presupuestos de la comunidad para 2010 parecen salvados y hasta Bartomeu Vicens se ha comprometido a apoyarlos. Así se lo expresó Vicens al presidente de UM, Miquel Angel Flaquer, y este se lo transmitió al president Antich.

 

¿Quién tiene que dimitir?

Miquel Àngel Flaquer (UM) salió muy satisfecho de la reunión. Afirmó que todas las propuestas «van en línea con lo que siempre ha defendido esta formación». Según el presidente de Unió Mallorquina, que por la mañana había garantizado el apoyo de Tomeu Vicens a los presupuestos (lo que garantiza su aprobación efectiva), a la dirección del partido evaluará lo tratado para llevar una respuesta al PSIB. Flaquer no quiso dar demasiadas pistas sobre el 'baremo' de imputaciones, pero afirmó que «nadie cuestiona la continuidad de Munar como presidenta».

 

Este diario, aunque nadie quiso ser tan explícito, ha sabido que se han puestos 'casos' concretos sobre la mesa, concretamente los de Vicens, Tarrés y Nadal. Con Nadal, si se diera el caso, se actuaría como con Vicens, pidiéndole que se vaya. Precisamente, la situación del Ajuntament de Palma fue objeto de especial debate. Aina Calvo insistió en que no gobernará «a cualquier precio». Teme que Nadal, conseller de Turisme y también concejal de Cort, no le dé garantías. El edil hizo saber que cumplirá lo pactado. Fuentes socialistas, con todo, no se atrevieron a hacer un pronóstico claro sobre este gobierno municipal ni a rechazar que Calvo llegara a dimitir si la situación se le hiciera «insoportable».

 

Biel Barceló (Bloc) también valoró el acuerdo de forma positiva. Barceló destacó que la idea del ´código ético' era del Bloc. Barceló también utilizó la expresión 'pacto anticorrupción' para explicar lo acordado ayer. Quedan por perfilar y poner por escrito una serie de acuerdos. Tras este acuerdo, según las fuentes, no habrá duda que «quien tiene que dimitir y en qué condiciones».

 

Del acuerdo se quedó fuera el PP, que su presidente regional, José Ramón Bauzà, no acudiese a su cita con Antich para analizar el papel de la oposición en la crisis institucional que vive Balears. Bauzá comunicó a Antich treinta minutos antes de su encuentro el acuerdo que había adoptado el comité de dirección de los conservadores.

«Lo primero que tiene que hacer Antich es resolver el problema», explicó Antoni Pastor, portavoz adjunto del PP en el Parlament, para justificar el plante de Bauzá al president, añadiendo a continuación que «ya hablaremos una vez que [Antich] tome una decisión», en clara alusión a la exigencia de una ruptura previa del pacto que en la actualidad mantiene el PSOE con UM y el Bloc. Pastor recordó que «en el PP estamos a un voto de la mayoría en las tres instituciones» -tal y como había destacado Rajoy desde Madrid-, al tiempo que advertía que «el president Antich ha fracasado, no creemos que sea capaz de encontrar una solución a la crisis». Para el dirigente del PP «sería una irresponsabilidad convocar elecciones, hay otras opciones, como la de que presente una cuestión de confianza en el Parlament o que dimita y dé paso al PP, que sería una fórmula democrática». En este sentido añadió que «el problema es que nadie se cree el proyecto de izquierdas». Tras recordar que el pacto se formalizó para desalojar al PP del poder a pesar de ganar las pasadas elecciones de 2007, Pastor insistió en que «Balears no se merece un Govern como éste»