Bartolo Ramon, representante de la Asociación de Vecinos de Santa Gertrudis, mostró ayer su malestar porque desde el Consell no se indica cuáles son los bienes afectados ni los metros a expropiar y porque «no hay una marca sobre el terreno para realizar un replanteamiento de los planos que nos entregan y ver qué bienes se encuentran afectados». Ramon hace referencia a la necesidad de poner estacas sobre el terreno «para saber donde están los límites de la expropiación».
El conseller de Mobilitat, Albert Prats, señaló que sí que existe una medición previa, hecha desde hace meses, así como una relación de todos los bienes afectados a lo largo de toda la carretera. «Lo que pasó al inciar los trabajos es que algunos vecinos se quejaron porque no querían estacas en sus fincas. Como no es obligatorio poner estacas, dije a los técnicos que se evitaran y se señalizará una vez que empiecen las obras», indicó Prats.
Aún así, el conseller señaló que con las actas de ocupación previa se adjuntan los planos con la leyenda en la que aparece los metros de ocupación temporal, la ocupación definitiva o los bienes afectados, entre otros detalles. «Tengo la conciencia muy tranquila porque las cosas se están haciendo bien», apuntó.
Ramon, por su parte, reconoció que se produjeron quejas por la colocación de esas estacas, pero insitió en que los trabajadores del Consell «están haciendo las cosas como les da la gana».
El representante de la Asociación de Vecinos confia en que el Consell d'Eivissa «se replantee el modelo de carretera». «Prats en su momento se quejaba que la carretera de Sant Antoni era una imposición, y ahora él hace lo mismo con nosotros», señaló Ramon, que asegura que existe «nula voluntad de negociar».