Paul Abrey, nuevo cónsul británico en Balears, se muestra satisfecho por el menor número de muertes y agresiones sexuales entre los turistas de su país y destaca la tarea de información que se hace en el Reino Unido.

El cónsul británico en Balears, Paul Abrey, visitó ayer Eivissa por primera vez desde que fue nombrado, en octubre pasado, y se mostró, junto a la vicecónsul Maria Leng, muy satisfecho por la reducción de los índices tanto de mortalidad como de abusos sexuales que se han registrado.
En el primer caso, han descendido en un 52 por ciento las muertes (la mayoría por consumo de drogas) de turistas británicos en las Islas, mientras que en los delitos sexuales también se ha constatado una reducción del 58 por ciento.
Todo ello es, según Abrey, el resultado de «mucho trabajo» que están haciendo tanto las autoridades locales como el gobierno británico: «Intentamos educar a la gente antes de venir de vacaciones y parece que está funcionando. Hay mucha información e intentamos que la gente se dé cuenta de qué puede pasar con los excesos de drogas y de alcohol, las cifras hablan solas».
En cuanto a sus compatriotas que visitan Eivissa, la mayoría jóvenes, Abrey señaló que responde a «la promoción de la Isla y a su estrategia en el mercado turístico», sin querer entrar a valorar si es necesario un cambio de marketing para que exista una variación en la tipología de turistas.
De cara a la próxima temporada, el responsable del consulado británico señaló que, tras varias conversaciones con touroperadores, «las reservas están subiendo», aunque reconoció que es difícil conocer la evolución ya que el 65 por ciento de compatriotas viajan a la isla por libre. «El año pasado, la llegada de británicos descendió sólo un 5% mientras que en Mallorca lo hizo en un 15%. Probablemente este verano sea mejor que el anterior», puntualizó.
Por otro lado, Paul Abrey indicó que el mercado británico en Balears es muy fiel, ya que más del 80 por ciento de los visitantes lo hacen en repetidas ocasiones: «Esto significa que en Gran Bretaña hay una percepción de que las Islas son seguras porque nosotros no repetimos el mismo destino, año tras año, si no estamos a gusto». De hecho, recordó que tras los atentados de ETA en Mallorca el pasado verano, «no se registró ni una sóla llamada para anular las vacaciones o cancelar las reservas; esto es una señal de la percepción que se tiene».
Lejos de disminuir la comunidad británica en Eivissa, Leng destacó que a lo largo del último año ha aumentado. A pesar de que en los datos del padrón hay registrados más de 3.000 británicos, el consulado tiene constancia de que la comunidad aumenta hasta los 6.000 compatriotas.