Los falleros lucieron sus mejores trajes en el inicio de sus fiestas. | Irene G.Ruiz

A mediodía y tras recoger a la Fallera Mayor 2010, Carmen Martínez León, en su domicilio, la comitiva fallera se dirigió al aparcamiento de ses Variades donde están ubicados los dos monumentos. Alrededor de medio centenar de valencianos participaron en este pasacalles que fue captando la atención de vecinos y curiosos a su paso. Además de la Corte de la Fallera Mayor Infantil y de la propia de la Fallera Mayor, también les acompañaban la Agrupación Musical de la Creu Cuberta de Cantabria. «Aquí se viven las fallas de una manera espontánea y muy auténtica», explicaba ayer Juan Luis García, secretario de deportes de la Junta Central Fallera de Valencia, que este año ha sido invitado por la comisión fallera de Sant Antoni. «A veces nos dicen que quemamos el dinero, pero gracias a las fallas viven muchas personas de oficios muy distintos. El dinero siempre repercute en la población donde se celebra. Además, esto es cultura. Las fallas son flores, luz y fuego», comentaba el representante de la Junta Central Fallera.

Los valencianos lucían sus mejores galas, desde los mayores hasta los más pequeños. Iker Cabrera, un bebé de menos de tres meses, vestía por primera vez el traje de saragüell, propio de los falleros.

Una vez que la comitiva llegó a ses Variades hubo bailes y diversión hasta la hora de la primera mascletà, ya que mañana a las 14,00 horas está prevista la segunda. Este año se ha podido celebrar este despliegue pirotécnico para orgullo de los falleros, que ha sido financiado por Juan Ferrer. Mientras llegaba el momento más esperado, tres pequeñas falleras contaban las insignias que llevan en sus bandas. «Los distintivos son intercambios de las distintas fallas. Mira, yo llevo de Chile, de Argentina, la nuestra...», explicaba Carmen Martínez, Fallera Mayor, mientras mostraba sus 14 insignias y el distintivo, en forma de peineta de oro, con su nombre grabado.

Poco a poco, los numerosos asistentes se fueron acercando a la zona habilitada para la mascletà. Los primeros artificios aéreos anunciaban el inicio del espectáculo. Gritos de alegría y aplausos tras el fuerte estruendo final, dieron por comenzadas las fallas de este año.