Neus Planells repasó ayer su relato 'Aprendre' en el despacho de su gestoría de Eivissa | Irene G.Ruiz

N'hi ha que encara se sorprenen de les inquietuds culturals de les dones (frustrades en molts casos), veient que la major part dels alumnes de la UOM son dones, a mi em sembla del més normal, donat que mai abans, a la meva època, vàrem ser lliures per definir el nostre camí cap el futur, i molt menys per poder triar una carrera universitària. Avui he llegit un article sobre la primera dona espanyola que estudià Medicina, Maria Elena Maseras. Es va matricular a la Facultat de Medicina de Barcelona el curs 1872-1873, per a la qual cosa, aquesta tarragonina hagué de demanar permís al rei Amadeu de Savoia. Va acabar el seus estudis amb notes excel·lents, però mai no va poder exercir la seva professió

». De esta manera empieza el relato Aprendre de Neus Planells, una ibicenca de 66 años que desde hace nueve asiste a las clases de la Universitat Oberta per a Majors (UOM) y que este curso decidió presentarse al certamen de relatos de la UOM.

Según cuenta, no estaba muy convencida, pero la coordinadora de Eivissa le animó. «Leímos un artículo sobre la primera mujer que estudió Medicina en España y me sentí muy identificada porque, en mi época, parecía que la mujer estaba destinada a otros menesteres que no eran estudiar», asegura Neus, que en la actualidad trabaja en una gestoría de fincas. Para ella, que su relato Aprendre haya resultado ganador del concurso es muy importante: «Porque es el primer relato con el que gano escrito en ibicenco, mi lengua [ya había ganado un concurso con un cuento escrito en castellano]. En casa hablamos castellano y catalán porque mi madre es cubana y mi padre era ibicenco. Lo que no entiendo es el conflico lingüístico».

Esta simpática estudiante cuenta que, si bien hablaba ibicenco desde pequeñita en casa, no aprendió a escribirlo hasta 1990, cuando sintió la necesidad de escribir y expresarse en sus dos lenguas: «Me apunté a un curso de ibicenco del IEE. A partir de ahí empecé a escribir sobre temas que he vivido y que van desapareciendo, que mis nietas posiblemente no verán». Y añade: «Aunque haya aprendido un poco tarde he conseguido escribir en mi lengua. Como ibicenca reivindico mi derecho a expresarme en mis lenguas y una de ellas es el ibicenco».

Y aunque hace mucho que trabaja, Neus siempre intenta estudiar para «no dejar de aprender nunca», puntualiza.