El actor y humorista José Boto, ayer, minutos antes de la entrevista. | Irene G.Ruiz

Madrileño de nacimiento («de Leganés», puntualiza), pero afincado por amor en Eivissa desde septiembre, el actor José Boto conoció qué es eso del humor cuando trabajó como animador de público en series que se graban con público, como Aída, Casi Perfectos o Siete Vidas. Desde entonces afirma haber hecho un poco de todo, desde un programa de viajes con dos de sus amigos también humoristas, hasta ser el speaker de las dos últimas etapas del tour de Francia.

En la actualidad ha acabado sus colaboraciones en el programa La hora de José Mota, por lo que se encuentra inmerso en la guionización de la próxima gira de los alumnos de Fama, ¡a bailar! y en la preparación de su tercer monólogo para la Paramount Comedy, que tratará sobre la isla. «Estoy casado con una ibicenca y desde septiembre vivo aquí. He pasado mi primer invierno en la isla y mi tercer monólogo para la Paramount tratará sobre esa experiencia, de hecho lo he titulado 'Vivir en Ibiza'», asegura Boto para quien uno de los aspectos que más le ha llamado la atención es el carácter tranquilo de los ibicencos. «Estoy encantado de vivir aquí porque en Eivissa se vive el segundo. Creo que la isla es más que lo que se conoce en la Península de fiesta y sólo fiesta. A mí me gusta más la parte tranquila, la que menos se conoce en el resto del país. De hecho me gustaría que con este monólogo la gente conociera esa parte que menos se ve», declaró.

Desde hace cuatro años, Boto se encarga de transmitir las herramientas que le han llevado al punto en el que se encuentra a las personas que quieran saber cómo se hace un monólogo y qué significa improvisar. Hasta junio enseñará las claves de su éxito profesional a las personas inscritas en el taller de monólogos e improvisación que se imparte en el Casal de Joves de Eivissa todos los lunes de 18,00 a 20,00 horas y de 20,00 a 22,00 horas. El precio es de 75 euros y aún hay plazas (las personas interesadas pueden inscribirse en el Centro de Información Juvenil, ubicado en calle Felipe II, número 12, bajos). «Llevo 10 años en esto y creo que cada vez es diferente. No hay que subir al escenario con miedo, por eso creo que la principal técnica es divertirse con lo que estás haciendo. Si lo haces, la gente también se divierte y disfruta. Y hay que olvidarse un poquito de los nervios porque siempre están ahí, forman parte de nuestra vida», explica Boto. En cuanto a la improvisación, asegura que hay muchas más técnicas que aplicar qu en los monólogos. «Lo principal es tomarse tiempo para saber de qué quieres hablar. Sube al escenario, observa al público y sabrás que hay algo que te hace arrancar. Por eso, la observación es fundamental, pero no sólo de la vista sino de conversaciones también. De hecho, yo siempre parto de la nada, que es lo que más me gusta porque no tienes que memorizar textos ni preparar decorado, por ejemplo».

Aunque confiesa que el humor surrealista le encanta dice que sus textos se basan en lo cotidiano: «Me gusta mucho ver que en una actuación una chica le da un codazo a su novio y me señala, como si dijera 'mira, lo que está contando es lo que haces tú'».Y como clausura del curso que imparte desde ayer en el Casal, Boto tiene previsto que sus alumnos actúen en público para que sepan realmente qué es un monólogo.