Una imagen de fondeos incontrolados en la bahía de Talamanca. | Marco Torres

El Consell d'Eivissa ha iniciado reuniones de trabajo con los ayuntamientos de la isla para comenzar un proyecto tan ambicioso como complicado: dotar de pantalanes flotantes, boyas ecológicas y marinas secas a los municipios para dar salida a la falta de amarres y regular los fondeos, pero evitando la construcción de nuevos puertos deportivos.

Como primera propuesta, el conseller de Medi Ambient, Albert Prats, pidió a los ayuntamientos que indiquen localizaciones donde ubicar este tipo de atraques e instalaciones. Una petición que, en principio, ha provocado que los representantes municipales dirijan su mirada a las zonas conflictivas del litoral a causa de fondeos incontrolados.

De esta forma, Sant Josep indicó la necesidad de instalar boyas en las playas y calas «más problemáticas» en cuanto al fondeo irregular como son Cala Vedella y Porroig. «Son los puntos más conflictivos porque hay muchísimo fondeo, pero también vamos a buscar otras localizaciones donde para el resto de los elementos», explicó la concejala de Turismo, María Àngeles Mostazo.

Playas urbanas

En Santa Eulària, la responsable da Oficina de Litoral y Playas, Toñi Picó, se expresó en el mismo sentido. «Tenemos que estudiarlo, pero las zonas más problemáticas son las playas urbanas, como es Canar, Cala Llonga y Santa Eulària», destacó, y remarcó que el fondeo incontrolado «condiciona muchísimo» el mantenimiento de playas como la de Santa Eulària, con certificación medioambiental ISO 14.001.

Sant Antoni, al igual que Vila, ya tienen proyectos diseñados con ubicaciones para instalar boyas. Vila prevé repartir 120 amarres ecológicos entre la bahía de Talamanca y ses Figueretes mientras que Sant Antoni quiere crear en la bahía un campo de boyas formado por 40 amarres.

Sin embargo, desde Sant Antoni, el técnico de Medio Ambiente, Diego Ponce, no descarta la instalación de estos amarres en otros sitios como Cala Salada o Cala Saladeta, también con «problemas con el fondeo».

En esta primera reunión, los ayuntamientos aceptaron que el Consell lidere esta propuesta de cara a otras administraciones debido a que el modelo de gestión es el principal problema. Esto ocurre porque en el litoral confluyen competencias de Ports de Balears (Sant Antoni), Autoritat Portuària, Demarcación de Costas, y de los ayuntamientos, en el caso de las playas.

Las opiniones

Picó: «Hay mucha demanda de puertos deportivos pero se pueden buscar sistemas intermedios»

La responsable de la Oficina de Litoral y Playas de Santa Eulària, Toñi Picó, destacó que la propuesta de marinas secas es interesante aunque con dificultades. «Hay mucha demanda de puertos deportivos y amarres pero se pueden buscar sistemas intermedios; lo de las marinas secas está muy bien, es un tema que medioambientalmente es muy asequible y también cubriría unas necesidades que por supuesto tenemos, porque los puertos deportivos están muy saturados», destacó Picó, para quien buscar localizaciones para este tipo de instalaciones «es un tema de otro calado porque entra en un término urbanístico y de gestión importante».

Mostazo: «Nuestra idea es poner boyas ecológicas para la gente que quiera venir a nuestro municipio»

Según la concejala de Sant Josep, María Àngeles Mostazo, «regular los fondeos es una de las preocupaciones» del Consistorio. «Lo que pasa es que no puedes regular o prohibir una cosa sin dar una alternativa», explicó Mostazo, que detalló que la idea del Ayuntamiento es «eliminar los muertos que la gente arroja sin ningún criterio, a cambio de poner boyas ecológicas». La concejala aseguró que el plan que propone el Consell, en principio, es «muy complicado» en lo que se refiere a la gestión, aunque destacó que se desarrollará con asesoramiento de asociaciones náuticas.

Ponce: «Las marinas secas podrían ser una solución para quitar bastantes barcos de la bahía»

El técnico de Medio Ambiente de Sant Antoni, Diego Ponce, cree que la instalación de marinas secas «podría ser una solución para quitar bastantes barcos y tráfico de la bahía». Sin embargo, aunque destacó que todas estas propuestas conforman «un plan de futuro» indicó que se ha decidido empezar «por lo más sencillo» como es encontrar las localizaciones. «Después vendrá el tema del modelo de gestión, que será lo más complicado porque hay competencias diversas y habrá que transferir cosas», aseguró, aunque confió en que «si la petición se hace a nivel insular tendrá distinto peso que si se hace de forma individual y por municipios».