Imagen de la sala de plenos del Consell donde se desarrolló la jornada del CES. | Marco Torres

«El turismo social europeo es una apuesta de presente y de futuro». Esta fue la sentencia del presidente del Govern balear, Francesc Antich, en la inauguración de la Jornada sobre turismo social en la Unión Europea, organizada por el Consell Econòmic i Social (CES) en Eivissa. De hecho, Antich instó a todas las administraciones públicas a «preparar ofertas específicas para este segmento durante la temporada baja de la mano del sector privado», apuntó.

«La iniciativa pública y la privada balear tienen que estar preparadas delante del fenómeno del turismo social europeo, con una oferta de temporada baja muy competitiva, atractiva e innovadora», recalcó el presidente del Govern cuyo reto para Balears es «generar empleo y ocupación».

A pesar de esta apuesta del Govern balear, hay que resaltar que durante el primer año piloto de este programa, cuya finalidad es la de atraer en temporada baja a personas mayores de 55 años de países como Grecia, Bulgaria o Rumania, Eivissa no ha conseguido ocupar ni una sola plaza de las 3.500 ofertadas.

Ante este fracaso en las Pitiüses, la consellera balear de Turisme, Joana Barceló, apuntó que responde a diferentes motivos, entre ellos, la rapidez con la que se puso en marcha, el posicionamiento de las Islas como destino de sol y playa y, en tercer lugar, por la dispersión del programa: «Se trata de muchos mercados en muchos meses por lo que es muy difícil mantener abiertos los establecimientos, creemos que es importante hacer un planteamiento específico insular». Por ello, desde el Govern instan a replantear el programa y apostar por los mercados con mejor respuesta como Polonia e Italia, fomentar la conectividad directa y realizar promoción presencial en dichos mercados.

Próximas ediciones

El presidente de la Sociedad Estatal para la Gestión de la innovación y las Tecnologías Turísticas (Segittur), Javier Bustamante, indicó que los motivos de este nulo interés por Eivissa se debe a que los países «con los que estamos trabajando no conocen Balears y menos Eivissa. De cara al próximo año se trabajará con Polonia y con Italia e intensificaremos las acciones de promoción». Asimismo señaló que de cara a la próxima temporada baja se está estudiando fletar charters ya que se trata de «un proyecto de viajeros en grupo», indicó Bustamante, que recalcó que a pesar de ser un destino de sol y playa, «también somos un destino cultural y estamos pensando en itinerarios culturales en Eivissa, hay que ofrecer paquetes más completos».

Este turismo, según el presidente de la Comunitat colaborará a desestacionalizar la temporada turística y con «las energías y el tesón de los empresarios saldrá adelante». Francesc Antich señaló que la estacionalidad es «la sangría en términos de ocupación» y animó al sector a no rendirse y poner «todo el empeño».

Para poder lograr atraer este tipo de turismo en las Islas, Barceló señaló que es necesario «facilitar la conectividad con los mercados emergentes y concentrar el plan en el alargamiento de temporada, en los meses del principio y del final, se trata de concentrar esfuerzos».

Una de las cuestiones que ayer se debatieron fue la exclusión del mercado británico y alemán del programa social europeo, principales turistas para las Pitiüses: «No queremos convertir un viajero tradicional en un viajero subvencionado», señaló Bustamante, que apuntó que el objetivo para 2020 es traer a un millón de personas jubiladas europeas.

El presidente de la Federación Hotelera de Eivissa y Formentera, Juanjo Riera, también apuntó que, a pesar de la nula respuesta de este año, «no tiraremos la toalla, los hoteleros seguiremos animados para acoger al turismo senior». Asimismo, Riera indicó que la estacionalidad provoca que no se pueda contar con profesionales del sector ya que la contratación cada vez es más corta: «Si queremos que la actividad económica funcione hay que regresar a la temporada de seis meses».