Imagen de los médicos de los distintos servicios de nefrología de Can Misses y Son Dureta. | Irene G.Ruiz

El Hospital Can Misses acogió ayer la sexta edición de las jornadas organizadas por el Servicio de Nefrología de los centros hospitalarios de Eivissa y de Son Dureta dirigidas a los enfermos renales y a sus familiares y que, en esta ocasión, se han centrado en el trasplante de donante vivo.

En estas jornadas se ha debatido sobre la experiencia del donante vivo en el Hospital de Can Misses, la selección y elección del donante y el postrasplante. Esta iniciativa concluyó con un coloquio con la participación de los pacientes y sus familiares, alrededor de 30, y los especialistas de los centros hospitalarios.

El Hospital Can Misses ha registrado desde 2002 una veintena de donaciones, empleándose los órganos en distintos hospitales.

El doctor Antonio Alarcón, del Servicio de Nefrología del Hospital Son Dureta, señaló que la mortalidad «es bajísima en el trasplante de donante vivo; la seguridad es muy alta en este tipo de trasplantes». El doctor Julio Marco, jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Son Dureta, matizó que los donantes «son los reyes dentro del trasplante». «Actualmente existe un protocolo de seguimiento al donante después del trasplante, no sólo al receptor. El donante puede realizar una vida absolutamente normal tras el trasplante; de hecho, hay deportistas de elite con un solo riñón», apuntó.

Por otra parte, la doctora Mercedes Saiz, del Servicio de Nefrología del Hospital Can Misses, explicó la experiencia del donante vivo en Eivissa. En este sentido, apuntó que en la Isla hay una media anual «de un donante vivo, lo que unido a otros 4 o 5 trasplantes de donante muerto, hace que la media en Eivissa sea superior que en Balears y el resto de España. Frente al 10 por ciento nacional, en Eivissa estamos en el 20 por ciento».

El doctor Gonzalo Gómez, del Servicio de Nefrología del Hospital Son Dureta, apuntó, por su parte, que la donación en vivo se encuentra muy regulada: «Debe pasar por un comité ético y que se demuestre que no existe contraprestación económica o presión de otro tipo para aceptar la donación de vivo. El 98 por ciento de los donantes vivos son de familiares directos o parejas», puntualizó.

La donación de vivo está siendo infrautilizada en España, según el centro hospitalario, y «aunque es difícil que alcance el mismo nivel que la donación de cadáver, debería aumentar». Esto supondría, según el comunicado remitido, disminuir en un 20% la actual lista de espera, y acortar significativamente el tiempo de permanencia en ella».