Está lejos de ser el salvavidas que resuelva los problemas de la estancionalidad y del turismo de calidad en las Pitiüses pero los cruceros al menos demuestran que Eivissa y Formentera tienen todavía vías para desarrollar su actividad vacacional dentro y fuera de la temporada. Tras los incrementos reseñables del pasado año, la época crucerística de Eivissa se ha iniciado con muy buenas noticias, según los datos de Autoritat Portuària de Balears (APB).

La cifra de pasajeros arribados por este medio se situó el mes pasado en 9.500 personas, cifra que supone unos 2.300 más que en abril de 2009. Como el año pasado llegó alguno de estos buques a Vila, la diferencia en el acumulado del año se recorte hasta las 1.330, un 15% más.

El incremento de llegada de pasajeros se produce gracias a un incremento en la arribada de buques. Mientras entre marzo y abril del pasado ejercicio habían recalado en Eivissa (en Formentera suelen llegar más tarde los pocos que lo hacen) cinco embarcaciones de este tipo, sólo el mes pasado atracaron en Vila una decena justa de embarcaciones de crucero.

Esta evolución positiva en el negocio de la llegada de cruceros al puerto de Vila presenta un punto de debilidad. El motivo es que, durante el pasado año, el aumento de cruceristas se sostuvo gracias al atraque de buques de mayor capacidad. En cambio, este año, la media de usuarios por nave cae considerablemente.

A pesar de esta consideración negativa, la tendencia deberá confirmarse en los próximos meses y ver si se trata de algo coyuntural, fruto de la baja ocupación media o porque los armadores prefieran usar en temporada baja buques de menor tamaño (con menos coste y una ocupación media mayor).

Líneas regulares

El movimiento de pasajeros en líneas regulares mantuvo en abril las mismas tendencias marcadas desde principios de año: más ocupación en los trayectos entre Vila y la Savina, menos en las conexiones con Palma y la Península.

En cifras concretas, el balance general es ligeramente positivo. Se crece un 3%, al pasar de 265.700 a 273.550 pasajeros. Al entrar en el detalle del tipo de tráfico registrado, en las conexiones entre las Pitiüses la ganancia de pasaje fue de 11.500 personas hasta alcanzar un total de 175.000 usuarios.

Por contra, los servicios de cabotaje (las conexiones con el exterior) han descendido un 4%, al caer a 98.500 usuarios desde los 102.150 viajeros que se contabilizaron en el primer tercio de 2009.

Las estadísticas de la APB incluyen también los datos del tráfico de mercancías que, en líneas generales, ha crecido de forma destacada, especialmente en el caso de la Savina, lo que se puede interpretar como un dato más que confirme el inicio de la recuperación económica.

Entre enero y abril, en Vila se movieron casi 429.700 toneladas frente a las 409.300 del año pasado. En el caso de Formentera, la evolución ha sido pasar de las 57.100 de 2009 hasta las 79.700 de este.

Existen dos conceptos concretos que ayudan a interpretar también la evolución económica. El primero de los puntos a observar es el movimiento de los graneles líquidos, casi todos ellos combustibles, que han caído un 1%, lo que representa 1.210 toneladas menos hasta rozar las 85.500.

El otro aspecto que hay que vigilar para sondear la marcha de la actividad económica son los graneles sólidos (en los que el cemento y áridos para la construcción tienen un gran peso). Este apartado ha crecido de forma considerable. En el caso de Vila, se ha pasado de 43.100 a 69.400 toneladas (61% más), mientras que en Formentera se ha llegado a 7.650 toneladas frente a las 4.800 del pasado ejercicio.