Uno de los productores locales , ayer, en Jesús.

Ahora mismo tenemos una tortuga que se está recuperando en el acuario. Se hizo una herida en una aleta, se la tuvimos que amputar porque la tenía cangrenada. Lo que hacemos aquí es mostrar al público nuestro trabajo», explicaba Pablo Valdés, biólogo del Centre de Recuperació d'Espècies Marines (CREM) de Sant Antoni.

Unos metros más allá, alumnos del proyecto de formación en alternancia de la localidad portmanyina informaban a los que se acercaban de qué manera podían ahorrar agua, las identificaciones que llevan los electrodomésticos que menos contaminan o bien la manera correcta de reciclar. «En este puesto hay pinturas y dibujos para que los niños los coloreen. Queremos concienciarlos desde que son pequeños sobre la importancia de recoger la caca de los perros, por ejemplo. También informamos a la gente sobre algunas ordenanzas municipales, como que los perros tienen que estar inscritos en un registro y tienen que ir siempre atados cuando estén por la calle», explicó Bianca Gallego, monitora medioambiental.

Esta acción de información impulsada por el Ayuntamiento de Sant Antoni se enmarcó ayer en la celebración del Día del Medio Ambiente. Mientras los monitores explicaban a vecinos y turistas qué iniciativas desarrolla el consistorio portmanyí, algunos de los participantes de la segunda fotomaratón medioambiental tomaban instantáneas sobre las personas que cogían bolsas para reciclar, por ejemplo. Esta segunda edición contó con la participación de 46 personas, cifra que supera los inscritos del año pasado.

Tradición

La Asociación de Vecinos de Jesús y la Asociación de Permacultura unieron ayer sus fuerzas, con la colaboración del Ayuntamiento de Santa Eulària, para conmemorar el Día Mundial del Medio Ambiente en la plaza de Jesús, donde los productos locales y artesanos de la asociación Aaple mostraron sus creaciones. «Nuestra intención es que los turistas se lleven recuerdos de Eivissa. Hacemos jabones con aceite de oliva y flores de la isla, como el tomillo, la lavanda o el romero», explicó Vanessa Giordano, artesana de Todo Natural.

Roberto, por su parte, enseñó al público su destreza para hacer lámparas con calabazas: «La abro, le quito la pulpa, la barnizo, le doy un protector de madera y más tarde la empiezo a tallar, a darle el diseño». A la muestra de productos locales se sumó la visita a la planta de transferencia de residuos de la Fundació Deixalles, que además explicó a niños y mayores el origen del cacao. Durante todo el día hubo también una muestra de razas autóctonas, teatro, danza y música.

En Formentera, el catedrático de Biología de la UIB, Lleonard Llorens, explicó a los chavales cuestiones relacionadas con las cerca de 600 especies de plantas existentes en Formentera, de las que apenas tres o cuatro son endémicas puras de la isla, y que con Eivissa comparten poco más de una docena de especies. Llorens intentó transmitir al exiguo grupo de curiosos la importancia del control y seguimiento de las especies existentes, la pervivencia de los endemismos o la aparición de nuevas especies relacionadas con las salinas y los terrenos que generan. Finalmente, el catedrático intentó inculcar en los chavales, mientras hacia la disección de un higo aún verde explicándoles lo que veían y el potencial nutricional que tenía cada una de las pepitas que veían en su interior, que las plantas son un marcador básico de la calidad del aire y del medio ambiente pero al mismo tiempo presentan su parte oscura, la del polen de las plantas que causan alergias importantes en casi un 20 % de los ciudadanos y que el control y estudio de su presencia en el aire es de gran utilidad científica.